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Denuncian manipulación de resultados sobre el agua de Arboleda Campestre

De acuerdo con los veedores, “existió una manipulación de los resultados, que fue admitida por el IBAL, que debería haber hecho su propio análisis, pero lo que hizo fue trasladarlos a la Secretaría de Salud para decir que todo está perfecto”.
La calidad del agua que consumen más de 7.000 residentes de la Arboleda del Campestre sigue siendo un tema que preocupa a veedores ciudadanos, pese a los informes tranquilizadores que entregan la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) y la Alcaldía de Ibagué.
En rueda de prensa llevada a cabo el pasado viernes en la Librería Pérgamo, veedurías ciudadanas denunciaron que manipularon y hasta ocultaron las pruebas que evidenciarían la contaminación que existe en el agua que se capta para suministro en la Arboleda de Campestre. En esa manipulación estaría comprometida la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, IBAL.
Esta denuncia de las veedurías se suma al documento que el Personero de Ibagué envió el pasado 10 de marzo al IBAL, Alcaldesa y Cortolima, entre otros, donde se informaba de un análisis de laboratorio contratado por la misma comunidad de Arboleda de Campestre con el laboratorio Biopolab de Bogotá. El resultado de ese análisis da cuenta que el agua que consumen 7 conjuntos residenciales de este conglomerado urbano no es apta para el consumo humano.
La principal revelación de la rueda de prensa consistió en mostrar el entramado que existe detrás de los exámenes, análisis e informes, contratados por el IBAL para intentar exponer la buena calidad del agua que consumen en la Arboleda del Campestre, y también defender la efectividad de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAD) que la empresa construyó en la zona.
El entramado
A menudo, cuando los veedores u otros ciudadanos cuestionan la calidad del agua de Arboleda del Campestre, el IBAL de inmediato se basa en los exámenes de laboratorio que certifican la pureza del líquido. Sin embargo, según los veedores, dichos exámenes sufrieron alteraciones o manipulaciones para hacer ver que el agua de Arboleda en realidad es potable.
Para la elaboración de los exámenes de laboratorio, el IBAL contrató a la empresa HYDROCHEMICAL, y esta, a su vez, subcontrató a ANALQUIM. Es decir, se produjo una intermediación o tercerización, a todas luces innecesaria. Y, lo que más preocupa a los veedores, es que los resultados que ANALQUIM presentó a HYDROCHEMICAL distan mucho de los que ésta última expuso al IBAL.
“HYDROCHEMICAL no es laboratorio y no tendría que ver nada en este proceso por carecer de una certificación del Organismo Nacional Certificador de Colombia (ONAC) y, sin embargo, tomó los resultados de un laboratorio que sí es certificado, para concluir que no había ninguna irregularidad en los resultados obtenidos. Es decir, que todos los parámetros se ajustaban a la norma nacional para consumo humano”, cuentan desde la Unión de Veedurías por el Agua de Ibagué (UVA).
De acuerdo con los veedores, “existió una manipulación de los resultados, que fue admitida por el IBAL, que debería haber hecho su propio análisis, pero lo que hizo fue trasladarlos a la Secretaría de Salud para decir que todo está perfecto”.
En palabras de los veedores, HYDROCHEMICAL ocultó y tergiversó algunos de los resultados que le suministró ANALQUIM. “Escondieron algunos resultados sin hacer ninguna mención a ellos y a otros les modificaron su lectura de los resultados de laboratorio”, afirman.
Lo que ocultaron o maquillaron
ANALQUIM tomó sus muestras en las bocatomas Laserna y Aceituno, y en el canal de distribución que lleva el agua hasta la PTAP de Arboleda. Sus resultados mostraron la alta concentración de Giardia y Cryptosporidium, dos tipos de microbios peligrosos para el sistema digestivo humano, imposible de remover a través de una planta de tratamiento como la de Arboleda.
“La cloración no mata esos microorganismos. Ellos permanecen. Incluso en el agua tratada, no cruda, también se hallaron. Eso debe generar un impacto muy delicado en la salud”, explican los veedores.
Lo mismo ocurrió con otros resultados referentes a metales pesados hallados en el agua como el mercurio, arsénico y cobre. Su concentración por cada litro de agua captada es muy superior a lo que permite la norma para el consumo humano, y en otros casos se ubica muy cerca de superar dicho límite.
Llama la atención que los resultados obtenidos en las bocatomas son diferentes a los obtenidos en la entrada de la PTAD, lo que hace ver que en el trayecto por los canales de riego al agua se suman otra gran cantidad de contaminantes.
“Estos resultados son la más patente demostración de que la conducción de esta agua, por kilómetros de canales a cielo abierto, atravesando vías urbanas, áreas residenciales densamente pobladas que descargan sus alcantarillas a estos canales y cultivos de arroz, se constituye en un sistema que atenta contra la garantía de estabilidad del agua para consumo humano y en un gravísimo riesgo para la salud pública”,
La misma preocupación suscita la alta concentración de coliformes totales y coliformes fecales en el agua captada. “Tienen una concentración millones de veces más alta de lo que dice la norma. La norma dice que, a partir de determinada concentración, esa agua no se puede destinar para el consumo humano, al menos no con el sistema de tratamiento de la planta de Arboleda”, sostiene la UVA.
La norma indica que, por cada 100 mililitro, se permite 20.000 microorganismo de coliformes totales y 2.000 fecales. Sin embargo, los resultados del agua captada para Arboleda, arroja hasta 13 millones de estos organismos.
“Aunque los resultados de laboratorio en todos los casos muestran concentraciones de coliformes astronómicamente superiores al máximo permitido por las normas aplicables, la función de HYDROCHEMICAL, en su labor de interprete de los resultados, contratado por el IBAL, es la de omitir y ocultar la gravedad de los resultados entregados por ANALQUIM”, aseveran.
El problema a futuro…
Los veedores temen que el agua que consumen en Arboleda se convierta en un grave problema de salud pública para las futuras generaciones. Advierten que este tipo de elementos y microrganismos detectados en el agua que captan del río Combeima, podrían ser un detonante de múltiples enfermedades renales y digestivas.
Entre dichas enfermedades refieren diferentes tipos de cáncer, trastornos del habla, problemas gastrointestinales, insuficiencia renal, entre otras.
Así las cosas, los veedores reclaman que el IBAL suministre agua a Arboleda Campestre desde la PTAD de La Pola, que capta el líquido desde la parte alta del río Combeima, en teoría menos contaminada. O que, se demuestre que con un sistema de tratamiento más avanzado se puede purificar el agua que captan de lo que denominan una “cloaca”, es decir, la parte baja del río.
“El propósito del IBAL al contratar la realización de estas pruebas mediante la triangulación con una empresa sin las calidades para realizarlas, es que distorsione, falsee y manipule los resultados, acomodándolos al propósito de continuar suministrando agua para consumo humano de una fuente de abastecimiento, un sistema de conducción y una Planta de Tratamiento de Agua Potable Convencional, que no cumplen con los parámetros legales para hacerlo”, concluyen.
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