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“Acueducto complementario, Ibagué no aguanta más verdades a medias”

“Acueducto complementario, Ibagué no aguanta más verdades a medias”

“Los ibaguereños viven un inhumano racionamiento de agua”: veeduría VAPI

En una visita de tres días en la que se hizo un pormenorizado seguimiento a las obras del acueducto complementario, la veeduría VAPI encontró grandes fallas que hacen incierta la terminación de esta obra que como el Triángulo del Tolima, es otro de los elefantes blancos en la región.

Llegó agosto, y con él, el agotamiento de un nuevo plazo, el último, fijado por la administración municipal, para hacerle entrega a los ibaguereños el acueducto complementario, y así superar la inhumana condición del racionamiento de  agua, o peor aún, del suministro de agua no apta para el consumo humano, al que  se ven sometidos amplios sectores de la población; obra que después de cerca de 20 años de ejecución y varias decenas de miles de millones de pesos, es una completa incógnita”, dice la veeduría VAPI.

Reitera esta veeduría que la culminación del acueducto complementario se ha convertido en una incógnita y que lo que se ha visto durante su ejecución como si fuera una colcha de retazos, donde “la infraestructura construida hasta la fecha, se ha logrado por ejecución de diversos contratos, en diferentes tiempos, por diferentes administraciones municipales y del IBAL y, sobre todo, con diferentes diseños o variaciones de diseños”.

Grafica tal situación en que “Cada retazo (contrato y contratista), podrá culpar al retazo con el que empalma o se une, de la falta de armonía o funcionalidad del conjunto de la obra, o colcha confeccionada”.

En ese sentido pone de ejemplo el estallido de dos sectores de la tubería de la línea de conducción a la altura de los barrios Baltazar y El Libertador, hace menos de un mes, y explica que “podría ser atribuido al contratista de los famosos tubos, o a deficiencias de las válvulas de purga instaladas en la fase uno hace ya largos años, o atribuirse a la calidad constructiva del sector estallado, etc. y etc., dando como única consecuencia, que no es posible establecer un responsable de la disfunción”.

Señala que en la visita del pasado domingo 28 de julio, se observa en una de las fotos testimoniales,  “una sección de tubería de la línea de conducción, que tuvo que ser retirada, en la cual resulta evidente la muy defectuosa juntura o pegue de dos secciones de tubería de ese trayecto”.

Afirma VAPI que por eso no “sorprende saber que durante los “ensayos de prueba”, que se han realizado recientemente, se hayan presentado grandes filtraciones en varios sectores de esa línea de conducción; esto a pesar que esas “pruebas” se realizaron, con llenado de esa tubería, solo hasta un 70%, o menos de su capacidad (conducción de aproximadamente 1.000 litros por segundo). Ello sin considerar que esa tubería, estuvo tirada a la intemperie, durante largos años, durante los cuales, no solo se deterioró, sino que su vida útil se consumió inexorable e inútilmente”.

Fotos tomadas 28.07.2024 (Bocatoma del acueducto complementario sobre el río Cocora) VAPI

Explica también que “Similar situación de deterioro y pérdida de vida útil de las obras construidas años atrás, se evidencian en los muros y lechos de la bocatoma, en donde la pérdida de concreto es tan avanzada, que ya se muestra expuesto el entramado de acero”.

Y agrega que “Ni que decir de la caseta para la operación válvulas de la bocatoma, que habiendo sido aplastada por un alud de tierra hace unos años, permanece colapsada en su totalidad.” 

Foto tomada 28.07.2024: Caseta de válvulas de la bocatoma


Finalmente dice la veeduría VAPI que “Un aspecto del estado actual de estas obras, que cobra particular importancia, lo constituye la situación de los desarenadores, los cuales, tal y como se muestra en la siguiente foto, se encuentran llenos de material sedimentado, lo cual significa que estos han sido utilizados esporádicamente, pero no de manera continua, lo que hace evidente que no existe operación del sistema acueducto complementario, contrario a lo que se ha pretendido hacer creer a través de ciertos medios de comunicación”. 

Foto tomada 28.07.2024: Desarenador colmatado


Asegura el informe de VAPI que debe preocupar que en la zona de la bocatoma, caracterizada por suelos arenosos, “se observen varios deslizamientos de tierra, lo cual es sin duda un síntoma de inestabilidad de estos suelos”.

Concluye VAPI, que Ibagué no soporta más verdades a medias, ni mentiras absolutas, “cual belleza siliconada, sobre una solución para el agua potable. Esperamos que los vientos de agosto no arrastren consigo, la nueva promesa de entrega en funcionamiento de estas obras, porque no habrá diseño de sonrisa que borre la frustración. Por fino que sea el plástico, plástico es”.

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