Historias
La fiebre del Álbum Panini se tomó el centro de Ibagué
A poco más de dos meses de iniciar el Mundial de Rusia 2018, y teniendo algunos partidos amistosos como calentamiento, la fiebre del Álbum Panini ya se siente en Ibagué. El centro de la ciudad tiene decenas de puntos de venta improvisados a la espera de los aficionados.
Este año cada sobre con 5 láminas valdrá 2.100 pesos, y de ahí en adelante vendrá el intercambio ficha por ficha, el regateo, la mala suerte encontrarse con el mismo jugador varias veces, el jugador imposible que nunca sale y que nadie tiene, el alivio de completar una selección y la angustia de la llegada del Mundial y el Álbum aún a medio llenar.
En un par de horas a una venta del Álbum Panini en el centro llega todo tipo de personas. El despistado que solo viene a preguntar el precio y que luego de escucharlo sale corriendo, indignado ante no poder entender el precio de la aventura personal; el taxista que pide un sobre y se va sin abrirlo; la madre o la tía que tenía que hacer una vuelta en el centro y a quien hijos y sobrinos le pidieron comprar un sobre o preguntar por un jugador que ni siquiera conoce.
Messi, James y Cristiano Ronaldo, los más difíciles, solo se dejarán ver por unos pocos afortunados que dudarán en llenar su propio álbum o en sacar provecho de otros con más dinero pero menos suerte.
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La historia del Álbum Panini
Luego de la Segunda Guerra Mundial Italia, una de las derrotadas, era poco más que un paisaje de ruinas y poco menos que un país deprimido. De ese sentimiento colectivo de pesar y vergüenza surgieron dos películas de Vittorio De Sica universalmente conocidas: El Ladrón de Bicicletas y El Lustrabotas; de aquella época los hermanos Panini también supieron sacaron el álbum de láminas más famoso del mundo.
Desde el Mundial de México 70 los hermanos Panini, que ya habían dejado su humilde puesto de periódicos y comenzaban a ser los dueños de una gran editorial, se hicieron con los derechos para comercializar los álbumes de los mundiales organizados por la FIFA.
Desde entonces, y hasta ahora, 13 ediciones consecutivas, han publicado figuras y cromos de los estadios, futbolistas y emblemas de las selecciones participantes, siendo un fenómeno mundial cada año.
A Colombia se demoró en llegar la fiebre del Álbum, tal vez porque la participación de la Selección en los mundiales fue tardía. La primera participación de Colombia en un mundial fue en Chile 62, y no superó la primera ronda. Tuvieron que pasar 30 años para que la Selección volviera a un mundial. Fue en Italia 90, con la generación dorada liderada por El Pibe Valderrama. Esa vez la selección pasó a octavos de final, donde perdió contra Camerún con el inolvidable error de Higuita. Ya la tradición de llenar el Álbum Panini había llegado con fuerza al país, reforzada con la participación en el Mundial de USA 94 y de Francia 98.
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El Álbum Panini en Ibagué
Aunque en Ibagué hay un punto oficial de distribución, en la Cra. 6 #14-63, la verdadera fiebre se siente en el centro de la ciudad, en los puntos improvisados de venta e intercambio de figuras.
Se cuentan por decenas los quioscos en los que se pueden comprar el álbum y las fichas para llenarlo. Hay muchas formas de llenarlo, algunas más costosas y otras menos divertidas.
El Álbum Panini de este año tiene 80 páginas y 670 espacios por llenar, entre los que están los escudos y jugadores de los 32 equipos que participarán en el Mundial, así como los símbolos del certamen y los estadios donde se jugarán los partidos, además de la sección de 50 láminas de leyendas, las más difícil de todas.
La forma más fácil de llenarlo es comprar el Álbum y un paquete escogido de fichas. Ahí está una parte del negocio de los vendedores: destapan varios paquetes de fichas y los organizan de tal manera que estén todas las fichas sin repetir. Cuesta 500 mil pesos y el comprador solo tiene que pegar las fichas al álbum. Se convierte en una actividad solitaria y con poca emoción.
Otra forma de llenar el álbum es comprar el paquete de fichas original, en cual contiene 104 sobres, es decir, 520 láminas. Tiene un valor aproximado de entre 200 mil y 250 mil pesos, según el sitio de compra y la capacidad de negociación. Sin embargo, es seguro que muchas saldrán repetidas y tendrá que comprar más y más fichas hasta que le salgan las fichas que hacen falta.
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La forma tradicional, y la más económica, es la de comprar un sobre a la vez e intercambiar láminas repetidas con amigos y desconocidos. Ahí es donde muchos encuentran el encanto de llenar el álbum: una meta compartida por muchos y en la que el compañerismo que forma un gusto compartido sale a flote.
También se pueden hacer intercambios con los vendedores, o simplemente comprar por encargo ese jugador esquivo. 600 pesos puede costar una lámina individual y de ahí el precio va subiendo.
Al final, cuando ya el Mundial termine, puede que un porcentaje pequeño de quienes compraron el Álbum Panini por estas fechas de auge lo hayan llenado. La suerte, el esfuerzo que hay que invertir y el considerable dinero que conlleva termina por vencer a la mayoría. Sin embargo, siempre hay un pequeño grupo que, ayudados unos a otros, consiguen llenarlo. Y entonces podrán ver el Mundial Rusia 2018 en calma y esperar 4 años por el álbum de Catar 2022.
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