En un abrir y cerrar de ojos, Ibagué se volvió en un atractivo y encantador tertuliadero.

Aparte de las tiendas Juan Valdez, todos los días van apareciendo en diferentes puntos de la ciudad, sitios que por su elegancia brindan un apacible confort a sus visitantes.  Y qué decir de la variedad y calidad del café que cada uno de estos sitios ofrece. Y es café que se produce en todas las zonas cafeteras del Tolima, incluyendo a Ibagué.

De estos lugares acogedores para un buen encuentro de parejas o en familia, para una conversación de política, de arte, de literatura, de negocios, aparece uno de los más nuevos. Desde hace seis meses se ha puesto en un lugar de vanguardia, por el concepto que maneja y la manera como fue concebido por sus propietarios: se trata de Flor de Loto, ubicado en la avenida 15 con carrera 4ª esquina.

Con una mezcla de muebles propios de los ampulosos salones de la aristocracia europea, con sillas isabelinas, Luis XVI y hasta la egipcia Rococo, no envidia en nada un fino salón de té inglés, una sala francesa o un recinto italiano. Más si se cuenta que tiene una peña fuente de agua al interior de este local que hace la conversación más tranquila y apacible, no obstante el ruido y movimiento que genera su entorno en las calles.    

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Es la elegancia en toda su dimensión. La primera impresión que produce lleva directo a plantear una pregunta obligada. ¿Por qué un negocio tan bien diseñado y dotado se halla en un sector que a primera vista no sería el indicado? Y la respuesta es simple pero con el argumento preciso y categórico: “Por amor a la ciudad, porque con esto queremos contribuir a brindarle a todo el sector de la avenida 15 unos espacios agradables que permitan su recuperación en todo su entorno”, lo dice el empresario Germán Laiseca, propietario de la conocida marca de ropa ibaguereña, Pigmento.

En un abrir y cerrar de ojos, Ibagué se volvió en un atractivo y encantador tertuliadero.

Amor por la ciudad

La idea de montar un negocio de las características que presenta Flor de Loto, le surgió al empresario Laiseca y su esposa, durante los constantes viajes que realizan. “En cada viaje uno se encuentra sitios agradables, bien configurados y con mi esposa decíamos qué bueno montar esto en Ibagué, y así fuimos madurando la idea hasta que la materializamos”, cuenta el empresario Germán Laiseca.

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Javier Cedeño, quien administra el negocio y además es chef, afirma que es evidente el cambio que ha tenido el sector, “Fue una apuesta que tenía sus riesgos, la inversión siempre fue alta, pero es por la ciudad. Aquí trabajamos con amor, si todos ponemos de nuestra parte, sacamos a Ibagué adelante”, dice.

Flor de Loto, está ubicado en la avenida 15 con carrera 4ª esquina.

Una avenida para recuperar

Razón no falta, la avenida 15 desde la carrera primera hasta la 7ª debe convertirse en una arteria ordenada, bonita, con la vía bien señalizada, y para ello el empresario Germán Laiseca y su familia han puesto el primer grano de arena.

No olvidemos que la calle 15 es parte de esa historia que une todas las tendencias y clases sociales de Ibagué.

 Antes como pueblo pastoril y ahora ciudad en desarrollo. En este sector por ejemplo funcionó la primera plaza de mercado, ubicada donde hoy es el Banco de Colombia, y diagonal a este el Teatro Colombia, donde está el edificio del Banco Agrario.

Era el sitio donde se estacionaban la primera flotilla de automóviles que tuvo este ciudad traída por el transportador Pedro Pablo Contreras y que se le conoció como la plaza de Santa Librada, en cuyo homenaje se erigió el monumento de la Cacica Dulima.

Este establecimiento rompe todos los cánones de decoración de interiores

En fin, este sector siempre ha sido uno de los más populares de Ibagué, poco visitado por la gente de alto  estrato social, pero donde hoy los proletarios y clases medias pueden tomarse un tinto en un lugar solo diseñado y permitido para élites.

Este establecimiento rompe todos los cánones de decoración de interiores, y pone a los visitantes de todas las clases sociales, a sentarse en verdaderos tronos destinados solo para aristócratas.     

¿Y por qué Flor de Loto?, porque de acuerdo a uno de sus tantos significados, simboliza la elegancia, la belleza, la perfección y la gracia, y ahí está esperando para que los ibaguereños disfruten de un lugar especial, en el corazón de la ciudad que quiere romper moldes y estratos sociales.