Me asombré al saber que las chicharras pasan entre 2 y 17 años debajo de la tierra y unos pocos días en la superficie. No pretende este artículo ser o parecer científico, todo lo contrario, es para demonstrar que las abuelas, mi mamá, mi vecina, no tienen razón cundo dicen que las chicharras cantan llamando el invierno. El canto de una chicharra dura dos semanas, es un llamado de los machos a las hembras de su especie y es un llamado de amor.

Algunas personas lo llaman: sonido, canto, ruido, sonsonete, bulla etc. Lo cierto es que no se salva nadie de escucharlos, más si vive en el campo, cerca de un parque, o en cualquier rincón verde de la ciudad.  

• Puede leer: Las cigarras de Ibagué engalanan la ciudad 

En una pequeña encuesta que realicé entre familiares y amigos, encontré que no a todas las personas les molesta y por el contrario, les encanta sentirse en el campo o simplemente identifican esta época como  verano de julio y agosto. 
El encuentro amoroso a pesar de ser corto, es de un gran compromiso, el macho muere de tanto cantar y la hembra luego de colocar sus crías y estas son fecundadas, muere (2 días después). 

La historia es así: Cada verano, estos insectos, salen de la tierra en donde han permanecido entre 2 y 17 años según su especie. Su mamá chicharra, los depositó en una rama de un árbol, su padre fertilizó los huevos; los huevos, caen al piso.  Poco a poco, el huevo da vida a una ninfa, quien se alimenta de sabia de las raíces de los árboles. 

Pasado el tiempo de maduración las ninfas: hembras y machos, sufren una muda, transformándose en adultos con alas y genitales desarrollados; listos para el apareamiento los machos y las hembras salen a buscar pareja. 

Puede leer: Sinfonía de amor de las cigarras en Ibagué y el Tolima

Según Carlos Estefan Rodríguez Castro, veterinario entomólogo, las cigarras son insectos con mas 150 años de evolución, dependiendo de su especie permanecen más del 99 por ciento de su vida debajo de la tierra, habitan todos los continentes con excepción del Antártico y reciben nombres diferentes en cada región. 

Conclusión: las resplandecientes chicharras, de ojos rojos , nacen para amar y cantar hasta reventar, su canto alcanza 86 decibeles… buen verano y paciencia, está presenciando el canto de generaciones de chicharras de una misma familia, y este fenómeno ocurre para  esta especie, cada 17 años.