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Yo quiero tener un millón de amigos

La dicotomía en la ciudadanía está latente. Empresarios o emprendedores pelean por el mismo mercado en donde el único beneficiario es el comprador final. ¿En mi caso le apuesto a comprar lo hecho en el Tolima, y usted? Por Óscar Viña Pardo, Director Creativo Lunarvi SAS

17 de Jun, 2020

Nada más alentador en mi caso que recibir a diario uno que otro WhatsApp donde muestre su nuevo emprendimiento, o el menú del día realizado por un amigo o referente, con precios buenos en momentos de pandemia. Esa cara de la moneda es positiva, nos muestra unos tolimenses pujantes que no bajan la guardia.

La otra cara de la moneda está en los dueños de restaurantes, por ejemplo. Si antes competían con el mercado formal desde precio, producto, calidad y oportunidad, ahora se enfrentan a un nuevo reto donde tienen la desventaja de la informalidad y la proximidad.

Otro cara y sello se vive con productos como los tapabocas. En mi caso, yo le compro al Tolima, a los que fabrican los nuestros. Es la economía de la supervivencia donde todos debemos pensar en lo regional.

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Muy lindos los productos chinos que traen en conteiner, pero paso, así los venda un amigo. Paso, prefiero comprarle a los tolimenses.

Hablaba con un textilero la semana pasada y me decía que su fábrica se había volcado a producir tapabocas. Las 35 familias que dependen del trabajo y comercialización de esta empresa permiten alimentar a 35 familias que a su vez dejan el dinero en la misma región.

Le apuesto a Juliana Viña que hace los productos con su amiga de manera artesanal comprando los elementos necesarios en Ibagué. Le apuesto a Sheffy que hace las balaclavas y tapabocas en su fábrica. Le apuesto a Carlos Chávez que hace barreras invisibles. Le apuesto a Orsovisión, óptica ibaguereña.

Yo quiero tener también un millón de amigos y así más ventas poder tener con mi juego 'Batallando contra el virus'. Comienza mi batalla porque tolimense compra tolimense