Por: Jaime Eduardo Reyes

Álvaro Gómez Hurtado y su lucha contra el Régimen

Álvaro Gómez fue un visionario en la política colombiana, y en la madurez de su carrera política, luego de haber sido copresidente de la Asamblea Nacional Constituyente planteó diferentes tesis que explicaban los grandes problemas nacionales de Colombia.

En su campaña presidencial de 1990 lideró una propuesta que se conoció como el Acuerdo Sobre lo Fundamental. Muchos problemas que están vigentes en la segunda década del siglo 21 fueron advertidos por Gómez Hurtado en esa época, uno de ellos la búsqueda de la paz: “la paz debe emanar de las garantías al derecho a la vida, a la honra, a la propiedad, es consecuentemente, el ejercicio de la libertad; se debe restablecer la confianza pública en la honestidad administrativa, entre otros”.

Su biógrafo Juan Esteban Constaín en el libro "Álvaro, su vida y su siglo", escribió que lo que él decía era que en Colombia el Estado se había vuelto un botín, el instrumento, mejor, de un enmarañado concurso de intereses particulares que adulteraban y distorsionaban el sentido de lo público, la idea misma del bien común, y por eso lo que había empezado a caracterizar la vida política en el país, desde hacía años, no era ya la solidaridad sino la complicidad, que es su degeneración, su versión bastarda".

Álvaro Gómez fue asesinado, a pocos metros de la Universidad Sergio Arboleda, de la cual fue cofundador, el 2 de noviembre de 1995, a las 10 y 20 de la mañana, recibió cuatro disparos cuando salía de dar clase en esta universidad.

La BBC diría en uno de sus artículos: “Gómez Hurtado llevaba a cuestas la paradoja de ser un conservador que abogaba por el cambio, no de gobierno sino de lo que él llamaba el "régimen”.

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El Régimen

Según Álvaro Gómez Hurtado el Régimen es el conjunto de un gobierno impotente, un congreso, unos jueces que no pueden hacer justicia. Es un régimen opresivo, que está usufructuando los gajes del poder y que naturalmente no se quiere dejar modificar, que no le importa que no haya leyes porque está por encima de ellas.

El Régimen transa las leyes con los delincuentes, influye en el congreso y lo soborna, tiene preso al presidente que no puede hacer nada, está rodeado de intereses creados. Con los jueces pasa lo mismo, el fiscal no es independiente. Es una red de compromisos en la cual lo que vale no son las ideas ni las solidaridades, sino la complicidad.

El Régimen busca las complicidades porque es su manera de perdurar, convence a la gente que es amigo de ella, pero con sobornos, mediante el clientelismo. El Régimen es un conjunto de complicidades, no tiene personería jurídica ni lugar sobre la tierra. El dueño del régimen es la clase política que se deja derrotar, se deja comprar.

El régimen o establecimiento político se conforma por un sistema de gobierno basado en el populismo clientelista y una base social clientelista, y se refleja en una cuasi-democracia clientelista; el régimen es sinónimo de clientelismo. Derrocar al régimen es derrocar al clientelismo.

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Es un Estado milagroso al que se le obliga a gastar por encima de sus recaudos tributarios, responde ante corrientes de opinión que influye en los resultados electorales, se restringe la competencia y la virtud en lo económico y lo político, no representa adecuadamente intereses generales y corrientes de opinión, refleja un desarrollo económico donde el intercambio es personal y se apoya en vínculos familiares, quienes son los que representan y dominan los partidos políticos tradicionales y quienes en forma de concesión heredan sus posiciones en el Estado.

El acuerdo sobre lo fundamental

El renacimiento de este partido político llega con una gran claridad frente a su propuesta y derrotero político, a esta se le conoce como El acuerdo Sobre lo fundamental, este criticaba el mal estado de las cosas por aquella época, situación que no ha cambiado: la política está entretenida en los mecanismos internos y en la selección de nombres, y no quiere aceptar que se ha creado un vacío de propuestas y de invitaciones; sabemos que la justicia no es eficaz, que es impotente, que hay corrupción; la aceptación de la impunidad como una condición permanente de nuestra organización civil ha llevado a que se creen justificaciones para los delitos; no hay razón para que nos resignemos a tener un mediocre crecimiento económico del 4 por ciento anual.

El MSN

El Movimiento de Salvación Nacional, era un partido político distinto al partido conservador, pretendía ser mucho más, era un movimiento suprapartidista, de ideología conservadora y de posición de derecha. Álvaro Gómez afirmaba: “El MSN integrado por colombianos de buena fe, liberales, conservadores y de otras vertientes, así como de aquellos que no militan en ningún partido político, reunidos en torno del Acuerdo sobre lo Fundamental nos llevará con esperanza y grandeza al siglo XXI”.

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El MSN eligió 11 constituyentes en 1991, y en las elecciones legislativas del mismo año eligió 5 senadores y 11 representantes a la cámara. No hay duda que muchos de los principios del MSN están vigentes y que la participación de sus constituyentes en 1991 es la mejor carta de presentación en el propósito de relanzarlo a la opinión pública.  

Hoy, gracias al liderazgo de Enrique Gómez Martínez, abogado de la familia Gómez y sobrino de Álvaro e hijo de Enrique Gómez, quien fuera Senador, el Consejo Nacional Electoral regresó la personería jurídica al MSN impulsando una nueva dinámica al interior del conservatismo colombiano, Gómez Hurtado permanentemente afirmaba que en Colombia existe más conservatismo que Partido Conservador, situación que hoy por hoy claramente se evidencia en nuestro país.