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Paciencia, ya casi la vacuna

Paciencia, ya casi la vacuna

Los largos días de encierro ya empiezan a desesperar, la falta de ver la familia, de compartir momentos tan especiales con los padres, hijos, la reunión diaria con los amigos con quienes tertuliamos alrededor de un café las incidencias políticas y sociales, se extrañan cada día más.

En las horas que se puede salir nos encontrarnos con amigos, amigas y genera una sensación extraña, en algunos casos pasan desapercibidos por el disfraz que obligadamente y por prevención llevan, tapabocas, gafas o careta, y muchos usando sombreros o capuchas, lo cual los vuelve invisibles como conocidos o conocidas.

Y cuando los identificamos alzando el brazo, la mano o con un gesto en la mirada, reemplazamos el abrazo o el gesto fraternal que antes realizábamos. Claro, me refiero a los que están actuando de manera responsable.  Porque hay quienes siguen dándose el abrazo de siempre e inclusive el beso o el arrimón a baile de champeta. Éstos últimos que tienen gran responsabilidad de la multiplicación del contagio y ponen en peligro de colapsar el sistema hospitalario, son los que muy seguramente, además de no creer en la letalidad del virus, critican las medidas adoptadas por el gobierno.

Se pensó inicialmente que esto sería de pocas semanas, después que no pasaría de junio, ya hoy solo esperamos que la comunidad científica dé la noticia de una vacuna que nos permita volver a recuperar la normalidad de nuestras vidas. El Presidente Duque determinó que el aislamiento iría hasta finales del mes de agosto, esperando muy seguramente que el pico de la pandemia no solo llegue al tope, sino que empiece su esperado descenso.

La experiencia y datos estadísticos de pacientes en las UCI, han llevado a determinar que aquellas personas que tienen morbilidades como la diabetes, hipertensión y obesidad, si contraen el virus, son las más propensas a tener que ser recluidos en estas unidades por ser atacados con unos riesgos muy altos de entrar a estados de gravedad o en algunos casos de fallecer.

Estos hechos han sido relevantes para que los gobernantes opten por medidas de confinamiento total a quienes padezcan cualquiera de estas patologías.

Tenemos que entender que iniciativas como estas no se pueden aplicar a la fuerza, sería imposible que un policía con una libreta de comparendos sea la solución de cumplimiento a esta decisión. Este tipo de decretos tienen fuerza de ley, pero en la práctica sería inviable a través de la fuerza o el castigo. Solo la razón y el entender el problema, permiten obtener los objetivos buscados.

No es el debate de seguridad frente a la libertad, porque aunque los decretos tienen todo el respaldo jurídico para su obligatorio cumplimiento, la seguridad que implica en este caso el control a evitar el contagio o saturación del sistema hospitalario, se tiene que hacer a conciencia, limitando nosotros mismos el derecho a movilizarnos, es decir, está en nuestras manos.

Iniciando la pandemia esa disyuntiva de la seguridad frente al derecho fundamental de movilizarnos, se dio en la famosa tutela de aquellos notables que no quisieron aceptar el confinamiento por ser mayores de 70 años, si bien la ganaron, el efecto fue inoperante porque la gran mayoría siguieron guardando el aislamiento afortunadamente.

 Los gobiernos han optado por aplicar más pedagogía e implementar medidas de tipo social para quienes lo necesiten. Si tenemos en cuenta la última cifra de desempleo reportada por el DANE para Ibagué es del 37.6 por ciento, son muchas las personas que requieren del apoyo de los programas de ayuda para evitar que salgan al rebusque y por ende muy seguramente aumentar los contagios.

Estamos en zona de turbulencia y aún nos falta, esperemos que no sea lo peor, pero hay que tener la paciencia necesaria, mientras laboratorios del Reino Unido de la Universidad de Oxford en alianza con Astra Zeneca, o la experimental Sinovac Biotech China, la desarrollada por la compañía Moderna de los Estados Unidos o la que se está adelantando en San Petersburgo Rusia, por la compañía de biotecnología BIOCAD, den la noticia esperada por el mundo de tener una vacuna aprobada.

Los más optimistas señalan que en noviembre o diciembre se dará esta buena nueva al mundo, esperemos que así sea. Por ahora sigamos cumpliendo con lo nuestro, tapabocas, distanciamiento social, lavado de manos y salir a lo necesario.  Dice el adagio   –Amanecerá y veremos-.

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