Por: Humberto Leyton

Respetando y con los más grandes sentimientos de consideración hacia todas las mujeres que integran las diferentes listas como aspirantes a un escaño en el congreso de la república, Olga Beatriz González, sin duda alguna, sobre sale por méritos propios, inteligencia, firmeza ideológica y capacidad de líder.

Quienes hemos seguido su trasegar político y empresarial desde hace casi 40 años en el Tolima, conocemos su talento, dedicación, cumplimiento  y experiencia como trabajadora  social de las cusas justas de de la ciudadanía, especialmente de los sectores vulnerables. De hecho, desde estudiante mostraba ya sus condiciones de dirigente natural y nata, de luchadora independiente sin genuflexiones ante los poderosos y siempre defendiendo una misma conducta política. Estos ejemplares, a los que pertenece Olga B., infortunadamente hoy son raros en la sociedad, especialmente en el campo político, donde el cambio de opinión en un instante es inherente a su condición, la felonía, la mentira, deslealtad, ingratitud, engaño y la maroma son pan de cada día.

No en vano su eslogan de campaña: "Una mujer de palabra", significa no solamente la seriedad de su compromiso político, sino un mensaje de cumplimiento de promesas, de trabajo honesto con los ciudadelanos que depositen la confianza en ella, y de transparencia en su actividad política. es una persona a la que no se le conocen jugadas por debajo de la mesa.

Debido a su independencia económica, Olga B. no llegará hipotecada al partido de los contratistas ni mucho menos logrará un cargo de elección popular para representar a alguien en cuerpo ajeno. tiene suficiente independencia y carácter para asumir sus decisiones y responsabilidades y no será marioneta de nadie.

El único argumento que esgrimen sus enemigos y adversarios para criticarla es no ser tolimense. En este caso, pensamos que este exagerado chovinismo muestra más incapacidad de competencia, y que como ser humano y colombiana tiene todo el derecho a trabajar y luchar en el lugar que se encuentre. Ella misma lo ha repetido en diferentes ocasiones: "No puede escoger donde nacer, pero si dónde vivir y dónde morir". además, en hechos concretos y comprobables,  ha generado más empleos que muchos raizales y tiene las condiciones para representarnos mejor que algunos nativos en los cargos públicos.

El partido Liberal no se equivocó al escoger a Olga B. como su candidata al senado, por los valores que ella simboliza, la firmeza en sus ideas y las ejecutorias que puede realizar en ese organismo. su proyecto legislativo se sintetiza en puntos como: la implementación de los acuerdos de paz como una salida de gobernabilidad democrática, y de iniciar un proceso de cambios sociales, económicos, culturales y estructurales que necesita el país; le sigue el problema agrario como eje fundamental de desarrollo del campo necesario para saldar la vieja deuda que existe desde hace muchos años con el campesino; se agrega la propuesta de impulsar un proyecto de ley para acabar con la EPS y, con ello, la intermediación en el servicio de salud y salvar vidas; el control a los fondos de pensiones para que no se utilice la plata de los trabajadores para fortalecer los negocios privados de los administradores de estos fondos; la defensa de los recursos naturales y de implementar desde el estado proyectos contra el cambio climático y, en fin, una serie de medidas que tocan temas sensibles para el bolsillo de los colombianos y el desarrollo en general de la nación. Olga B. no solo tiene al departamento sino la nación en su cabeza.

Es de destacar que la campaña liberal en el Tolima al Senado, fue limpia, respetuosa, basada en propuestas y programas, alejada del ataque personal, el gracejo y las ofensas; de allí, que haya marcado la diferencia frente a otras matizadas por odios, venganzas y camorra.   

Otra de las fortalezas de Olga B. son los  principios y valores humanos que le han permitido ser el centro de una familia estable, que junto a su esposo Sergio Betancourt, han construido como ejemplo. Sergio ha sido el compañero permanente en las campañas emprendidas y hoy aspiran a coronar con  una de las mejores votaciones al Senado.  

Por eso, no es extraño que la candidata liberal figure entre los mejores aspirantes escogidos por destacados profesores universitarios al senado y que firmas serias encuestadoras la ubiquen entre las primeras votaciones que se puedan registrar a esa corporación en el país.

Estamos ante una mujer con vuelo propio que escucha, analiza, es tolerante, llega acuerdos y busca la unidad dentro de la diversidad, pero toma decisiones autónomas. por eso, Olga B. hace la diferencia entre tanto candidato sin condiciones, principios ni proyectos, que los arriman a las listas como generadores de votos y que luego, según los resultados, reciben su paga.  

Los resultados de las elecciones de este domingo 11 de marzo, nos dirán si en el Mes de la Mujer, se elegirá la primera senadora liberal del Tolima en su historia, y si estamos a las puertas del surgimiento de otra mujer con talante de dirigente regional y nacional de esa colectividad. 

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