Columnistas
Milei, el rey Midas moderno del desespero
Por Ricardo Oviedo Arévalo
*Sociólogo, historiador, docente.
Cuenta la mitología griega que el Rey de Frigia, llamado Midas, recibió de Dionisio el don de convertir las cosas en oro como recompensa por haber cuidado a su compañero Sileno, todo lo que tocaba lo convertía en oro. Su comida, al abrazar a su hija, se transformó en una estatua dorada; aunque el Rey ya era rico, la ambición desmedida lo llevó a su perdición.
Para el filósofo español Santiago Alba Rico, nos dice que una de las características del fin del neolítico de la historia humana es la adoración extrema al fetichismo del consumo, creyendo falsamente que los ricos son los que producen riqueza y no los trabajadores, dilema además superado en casi todas las teorías económicas serias de la actualidad.
El mito de la riqueza social ha surgido en todos los tiempos, con el descubrimiento de América, miles de hombres buscaron por todos los rincones del nuevo continente el oro, aunque lo encontraron, este terminó en los bolsillos de reyes felones y de banqueros, nosotros descendemos de estos pobres mineros buscadores de fortuna, Hitler le prometió riquezas a su pueblo y acabó en una hecatombe monumental, lo mismo hizo Franco en España.
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Actualmente, estos Midas modernos, vestidos de magos y apoyados en teorías económicas de la llamada escuela austríaca, hoy conocida como, “libertaria” donde se identifica al Estado como una fuerza opresora por el cobro de impuestos y además, por ser un castrador de la libertad individual, que no es otra cosa que una versión mucho más agresiva de los planteamientos neoliberales del profesor Milton Fredman y sus Chicagos boys, teorías que se aplicaron agresivamente en Chile y Argentina en plena dictadura militar de los años setenta del siglo pasado, hoy regresan en democracia, convertidas en una motosierra contra las conquistas sociales, los nuevos profetas no se presentan como personas de trajes de marca y costosos relojes, hoy son personas del común vestidos de negro, con marcas de ropa de consumo masivo y calzados en tennis, con un lenguaje enmarañadamente técnico, en donde, como un vendedor de vermífugos sus “jugos mágicos”, son la panacea contra el hambre y la miseria, en América Latina.
El caso más reciente, es el del presidente de Argentina, el economista Javier Milei, el nuevo Midas de la derecha: excéntrico, polémico, impulsivo e intolerante, fundador del movimiento, la libertad avanza, ganó las elecciones construyendo una matriz de moralidad política con un alto contenido de darwinismo social, donde los pobres son unos ladrones sociales por el cobro de subsidios y de “altos salarios”, los jubilados una carga por ser improductivos y las universidades y la cultura innecesarios por su costo y por la globalización del pensamiento. Negó de entrada los miles de desaparecidos bajo dictaduras militares, cerró la Universidad de las Madres de Mayo, penalizó la protesta social y metió sus largas manos en el frágil Banco Central, además, liberó de impuestos al rico sector agrícola argentino, también hizo préstamos a la banca internacional para detener los altos índices de inflación.
Dos años después, este Midas moderno, que prometió riqueza y convertir a su país en miembro del primer mundo, al colapsar, perdió contundentemente las elecciones más importantes, la de la provincia de Buenos Aires, realizadas el pasado domingo 7 de septiembre, donde se agrupa cerca del 40% de los electores del país.
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Su modelo económico libertario fracasó totalmente. Su promesa de que esas elecciones eran el último clavo contra el peronismo, se convirtió en la primera estaca clavada en el corazón de la Libertad Avanza. Evita Perón, creadora de la política social argentina, resucitó de su tumba para defender a sus descaminados.
Pero, en la geografía latinoamericana existen otros muchos Midas prometiendo “libertad económica”, como son: el presidente Bukele en el Salvador, donde se asoman las orejas de la corrupción en su régimen carcelario, que convirtió al país más pequeño de América en la cárcel más grande del mundo; en Chile, el candidato libertario, José Antonio Kast Rist, que pregona estar en contra de las conquistas sociales y de la reforma pensional; en el vecino Ecuador, el bananero, Daniel Noboa, que ha violado todo el régimen constitucional vigente, hoy los presos hacen el aseo y la jardinería en la Universidad Central del Ecuador, mientras que sus estudiantes y profesores están en huelga por defender sus derechos académicos y sociales.
Pero Colombia no se escapa de estos coletazos de estos Midas “libertarios”, la patriarcal derecha y sus más destacados candidatos a la presidencia plantean suspender los subsidios a los pobres por ser improductivos y dárselos a los industriales ricos y poderosos, suprimir la JEP, congelar salarios y liberar de impuestos a los ricos, retroceder la matricula cero en las universidades públicas por costosa, hacer una contra reforma al reciente aprobado código laboral y destripar a la oposición.
Pero debemos recordar que estas nefastas políticas sociales fueron derrotadas en el gobierno de Duque, en el llamado “estallido social”, estos Midas del desespero, tienen su antídoto, el poder de las urnas y como en el mito griego bañarlos en el río (Pactolo) de la democracia, para que su codicia termine en la profundidad de las aguas, donde jamás podrán volver a salir.
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