Columnistas
Lo bueno y lo malo
La polarización que vive el país, en la pandemia se agudiza cada día. El encierro ha logrado que el ciudadano en algunos casos influenciado por líderes irresponsables, estén utilizando las redes sociales para increpar y de qué manera a quien no comparta las ideas de su líder o partido político, sin entrar a analizar si lo que critica es o no conveniente para la población, desarrollo en infraestructura, beneficios para algún sector social o económico. Solo importa dar palo a quien señalan.
Se está olvidando que el art 18 y 19 de la Declaración de los Derechos Humanos refieren a que toda persona tiene el derecho a la libertad de expresión y opinión y este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus consideraciones. Poco o nada se tienen en cuenta estos artículos por parte de la sociedad.
Colombia parece que se hubiere dividido en solo dos sectores políticos, los de izquierda (narcoterroristas) y los de derecha (fascistas de ultraderecha). La calificación se gana solo con estar de acuerdo con uno de ellos. El periodista que escriba una columna o haga una investigación que lo lleve a expresarse sobre un hecho de alguno de los grupos será calificado como zurdo o derecho.
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Ejemplo claro de lo anterior es lo ocurrido con la inauguración de una obra de la magnitud del túnel de La Línea, que ha sido aplaudida por la casi totalidad de los colombianos y reconocida en el exterior por su complejidad en términos de ingeniería. Dará un impulso a la economía generando salida y entrada más rápida al pacífico, en términos de competitividad.
Ya existen algunos señalando que se inauguró solo medio túnel... “que además dicha obra solo traerá ruina de la industria y la agricultura nacional”. Críticas con el solo objetivo de fustigar al sector político que respaldó la elección del presidente Duque. Otro líder político con mezquindad resalta los posibles errores (que si se cometieron es cierto) pero hoy ya superados, quiere hacer una alegoría a uno de sus ancestros. Qué tal…
Duelen las muertes que nos está dejando la guerra del narcotráfico en Colombia. La polarización está hasta en ellas. Parece que no fueran todos nacionales. Para algunos solo duelen las de civiles, pero callan cuando son las de soldados o policías que han caído cumpliendo su deber.
No importa que se elevaran a 200.000 mil hectáreas los cultivos ilícitos. Siendo este factor la gasolina que empuja la lucha armada entre grupos narcotraficantes, culpable de tantas muertes y masacres en esos territorios, el debate se ha polarizado y politizado es en la forma de erradicarlos. Fumigación aérea, manual, sustitución de cultivos. Dos años en el debate y no nos ponemos de acuerdo.
Será un tema a solucionar en el futuro cercano para lograr avanzar. La polarización solo nos está dejando, odio, rencor, muertes y atraso.
Para resaltar la solidaridad que existe hoy hacia el equipo de salud, médicos enfermeras y enfermeros asistentes, reconocimiento que se han ganado por el esfuerzo permanente en la lucha que han librado y siguen adelantando contra el virus.
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Es indudable que el sistema de salud ha salido ganancioso de esta pandemia. Una vez termine esta tragedia tendremos un sistema más robusto, con mayor cantidad de camas, unidades de cuidados intensivos, mejor dotación para poder prestar un mejor servicio a todos los colombianos.
La contaminación ambiental disminuyó, la polución se redujo en las grandes urbes de manera significativa. La fauna silvestre se mostró recordándonos que no somos los únicos que existimos en el planeta, que hay otras especies que tienen el derecho de compartirlo. Qué bueno que el Ministerio del Medio Ambiente junto a las Corporaciones Regionales busque corregir lo que hace tanto tiempo viene mal y que no se ha querido subsanar para saldar la deuda ambiental. Caso cambio climático, una amenaza latente en desastres para el planeta.
Reconocer la solidaridad frente a los más necesitados que ha tenido gran parte de la población, como siempre con excepciones, pero si ha existido y es otro hecho a resaltar.
Decían nuestros ancestros y hoy aún vale. Querer es poder…..
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