No recibo llamadas de 8.30 a 9.30 de la noche. Prefiero que el celular suene a perderme el hilo conductor de la novela que en la actualidad ocupa el primer lugar de sintonía en Colombia, 'La venganza de Analía', una historia de ruptura social donde se fortalecen discursos como el empoderamiento femenino. 

Una historia que al final de cuentas tiene en el drama clásico, su columna vertebral. 

Los tiempos de pandemia le cayeron como anillo al dedo a esta serie. Las familias se aglomeran alrededor de esa caja mágica, y pese a que hoy en los hogares colombianos hay más televisores que estufas de acuerdo a la encuesta de hábitos de consumo, se volvió a reunir la familia alrededor de una telenovela.  

Quizás lo que más me gusta es rememorar los tiempos cuando en las casas solo había un televisor y terminábamos todos en la sala. Me acuerdo de mi abuelo Pablo que se acostaba en uno de los sofás y miraba el noticiero en el espejo que estaba en la contra pared del televisor.  

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En un futuro no muy lejano muchas personas recordarán este episodio de confinamiento como el único período donde todos se reunían alrededor de un televisor en la casa. Será un momento donde las tabletas y celulares se convierten en las pantallas preferidas de una sociedad que cada vez estará más conectada.  

El síndrome de Scherezade, escrito por el epistemólogo español Juan José García-Noblejas parte del libro Las Mil y una Noche. La doncella debía dejar siempre al sultán en suspenso para que no fuera decapitada por el mal de amores que sufrió. 

Con la “caja tonta” o la “niñera electrónica”, pasa lo mismo, pertenecemos a una escuela de analfabetos ilustrados que necesitan de esa representación de la violencia bien contada para ser eclipsados de lunes a viernes. 

La televisión colombiana recupera en esta serie un poco el protagonismo que había perdido por la llegada de otros canales e inclusive de las redes sociales donde con la plataforma TV Play se puede ver el capítulo del día anterior. 

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En el inconsciente narrativo citado por Federico Campbell queda claro “que la narración, además, es importante en nuestras vidas porque nos posibilita la comprensión: “el corazón humano es más proclive a entender mejor una idea o un pensamiento cuando se le obsequia en forma de cuento. Por eso los niños tienen hambre de cuentos. Por eso la gente anda en busca de historias (novelas, películas, reportajes, chismes)”.

Lo denso de la novela está por comenzar, aunque capítulo tras capítulo hay muchas emociones, se viene el momento cúspide de desarrollo de la venganza de la hija de Mejía, quien hasta ahora sacará a relucir de lo que está hecho. 

Yo seguiré leyendo los comentarios o tendencias en Twitter de una historia entretenida que me genera esperanza frente al entretenimiento que se produce en nuestro país. La apuesta con talentosos actores y una buena historia tiene sus réditos en el rating de sintonía y esa cantidad de comerciales en sus cortes.  

Recuerden que de 8.30  9.30 de la noche no respondo al celular.