Volver a la normalidad no será tarea de días, será de años, porque indican los expertos que la vacuna estaría lista para finales del año 2022 y eso siendo positivos. 

La universidad de Harvard dice que en el 2024 podríamos lograr una estabilidad social y económica.  

Las diatribas en la sociedad son muchas. ¿Pagamos los servicios públicos o comemos? ¿compramos tapabocas, guantes y desinfectantes o cancelamos la cuota del préstamo?

 Vuelve a mostrarnos esta pandemia que los colombianos no tenemos cultura del ahorro y que por más que lo intentemos en situaciones como la actual es difícil de lograr. 

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¿Nos hemos preguntado qué pasará cuando el gobierno levante la medida de no cortar los servicios públicos? Serán las mismas viviendas o se triplicarán los cortes porque no hay plata o ganas de pagar estos servicios. ¿Podrán sostenerse estas empresas en un mediano plazo?. ¿Dejarán algunas de ellas, como Celsia, de abusar de los usuarios? ¿Creerán que la teta se sostendrá X años de tiempo?.

La situación no es fácil, más cuando el desempleo en Colombia aumentará a más del 20% en los próximos meses. Esa es una realidad, como el desvanecimiento de los estratos 3 y 4 que no están en la mayoría de los casos en el radar de ayudas o subsidios, más si en las obligaciones tributarias, por ejemplo. 

El hambre se siente y se respira por todas las ciudades del mundo y lo último que quieren muchos es pagar las obligaciones bancarias y los servicios públicos. Algunos se sumergirán en el alcohol y las apuestas pensando que la solución está por esos lados y la desesperanza cobijará a muchos que prefieren seguir en esa fiesta donde no haya luz o agua y dejen al Estado toda la responsabilidad. Espero que no sea así, esta vez no soy tan optimista.