Por: Carlos Pardo Viña | Escritor y periodista

Radio Universidad del Tolima 106.9 FM comenzó a posicionarse en la Ibagué a través de una apuesta diferente. La programación musical es realmente magnífica. Es posible encontrar músicas diferentes, nuevas propuestas y clásicos, desde cumbias, porros y bambucos, hasta jazz, blues, rock y canción de autor. Nada que ver con lo que programan en las demás emisoras, siempre condicionadas por el mercado. Ningún promotor musical, de los que le dan la “payola” a los D.J. de otras emisoras, ha llegado para imponer gustos. Por el contrario, aquí se le da espacio a los artistas emergentes que en otros lugares escasamente son tenidos en cuenta y se programa una música maravillosa de la que no se escucha en ningún otro lugar

Programas como Tardes sonoras (todos los días de 5 -7 pm), Suena mi tierra ((viernes 6- 7 am), Soundtrack (martes 7 – 8 pm)  Disonarte radio (viernes 5 – 6 pm), Cátedra salsera (viernes 6- 8 pm), Rockex (sábado 7 – 8 pm) y Global hits (sábado 6 – 7 pm, dirigido por el célebre Armando Plata Camacho), se suman a la variada y permanente programación musical, siempre llena de sorpresas, en la que también sobresale Arriba la radio (todos los días 10 – 12m). Hoy, escuchar buena música en radio, sólo es posible en la imaginación sonora.

Pero no se trata sólo de música. Apuestas audaces como Las áxidas (miércoles 3- 4 pm), que por primera vez en las ondas radiales de Ibagué trata abiertamente el tema de género, A todo pedal (miércoles 8 – 9 am) que plantea el mundo de la bicicleta como alternativa urbana, De la universidad al campo (Lunes 7 – 8 am) que incursiona en los importantes temas agropecuarios o el mismo Café Babelia (Jueves 8 – 9 pm), los sonidos del arte y la literatura, complementan una parrilla en la que la ciencia, la educación, la cultura, la memoria, la libertad tienen por primera vez un espacio y consolidan una manera diferente de hacer radio, alejados de los estridentes gritos de atención urgente, exclusivo y noticias escandalosas.

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Desde diciembre de 1929 cuando nace la primera emisora en Colombia, La voz de Barranquilla, Colombia ha sido un país de radio. La radio ha educado, entretenido y acompañado a millones de personas a lo largo de nuestra historia y hace parte de nuestra cotidianidad. En tiempos en que lo digital pareciera imponerse y cuando parece imposible competir con medios audiovisuales que nos atrapan incluso desde el celular, la imaginación sonora comienza a dar frutos y como en los tiempos de la HJCK, una inmensa minoría, que crece cada día, acompaña los días de una manera diferente.

Bravo por la Radio Universidad del Tolima, bravo por su director Arlovich Correa que ha liderado una pequeña revolución hertziana, bravo por el rector Omar Mejía que ha dado un apoyo irrestricto a ese sueño universitario y, especialmente, bravo por los productores que conforman el equipo de la imaginación sonora.