En el año 2015 a través del Decreto 0823 se adoptó el Plan de Ordenamiento Territorial, la llamada brújula de un municipio que le permtiría a la población hacer un desarrollo sostenible, claro, respetando las zonas de acuerdo a su vocación. 

No sé en qué estaban pensando los concejales de la época que aprobaron esta carta de navegación para que a los constructores les fuera bien como dijo el secretario de Planeación Juan Gabriel Triana al momento de ser aprobado. 

Lo único cierto es que dejar a merced de los constructores el plan, le ha permitido acabar con la historia de barrios como La Pola o volver imposible desde la movilidad a un sector como Calambeo. 

Ahora el paisaje urbanístico de los barrios ya no tendrán uniformidad, bueno desde antes del POT no la tienen porque no existe autoridad que haga cumplir las normas, en eso para que nos decimos mentiras. Ni hablar del robo del espacio público en toda la ciudad. O no se han preguntado porqué el andén acá es ancho y una casa grande y frondosa nos dejó sin esos 2 metros que se disfrutaban. 

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Vayamos al grano, a los lobos, esos que hacen planos como dice Molina y son aprobados por las Curadurías sin mayores desavenencias, construyen y construyen en una ciudad de menos de 600 mil habitantes, sin conocer la comunidad las obras de cesión, de eso poco se habla y cuando alguien descubre que en el kilómetro 25 de la vereda China Alta está esa área, no hay nada que hacer.  No hablar de la reparación de las vías donde construyen, ejemplo vivo está en la mayoría de edificaciones nuevas donde sus calles están de no transitar. 

Hago parte del grupo de ciudadanos que buscamos ganarle la pelea a Goliat, constructoras que comercializan ya el proyecto Vergel Smart Living 78, una pelea donde se busca no repetir la historia como ya pasó en La Pola, Belén, Calambeo, Piedra Pintada, por nombrar algunos. 

Esto no es un problema de elitismo, es un problema social mayor donde la demanda de servicios públicos, movilidad y seguridad se verán amenzados y de qué manera. La simulación de movilidad en hora de almuerzo indica que para salir de El Vergel se tardaría una persona en carro 45 minutos y llegar al centro una hora y media. 

Me surge otra duda, antes de la pandemia se hablaba de cerca de 10 mil soluciones de viviendas vacías en Ibagué. ¿de dónde sale tanto comprador? La meta es llegar a 30 mil apartamentos y casas vacías?. No sé, pero los lobos sí.