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Contratos por consanguinidad
Si bien es cierto que contratar con una institución del Estado no es delito, mucho menos lo es cuando se trata de financiación con fines publicitarios, pero son las coincidencias bastante obvias las que generan ese “algo no me cuadra”, cuando uno se encuentra con ciertos contratos de quienes manejan nuestros impuestos.
Alguna vez han escuchado que cuando un administrador no maneja bien su empresa, ¿Se dedica a publicitar una supuesta buena imagen de ella?, no, no hablo del Alcalde Andrés H, sino de la Universidad del Tolima, que si bien, no voy ahondar en los malos manejos administrativos e incluso en los que ni siquiera hubo intervención alguna, sino más bien en cómo se presentan tantos indicios que van más allá que simples coincidencias
La Universidad del Tolima ha tenido contratos numerosos por publicidad con varios medios de comunicación, en los que el rubro destinado ha tenido un tope de 10 millones de pesos para todos los medios de comunicación, nada extraordinario, aunque se trate de tantos contratos para un periodo de tiempo tan corto.
Sin embargo, existe uno que destaca por encima de todos, un medio de comunicación con el que precisamente siempre con este se destina el mayor número de recursos, un ejemplo es en el contrato 54-2020 por un valor de más de $40’000.000 (luego otro de $57’.000.000), pero supongamos que sólo sea una coincidencia que justamente con ese medio, en todos los contratos, siempre se lleva la mayor tajada.
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Pero como les dije, existen muchas coincidencias que llaman la atención, cómo la de una joven periodista egresada de la UT, que hace 3 años empezó a trabajar para este medio de comunicación reconocido en la ciudad, hoy redactora en este medio, nada alarmante, hasta que descubrimos que uno de sus familiares es Decano en la Universidad del Tolima, pero tranquilos, sólo es una coincidencia laboral.
Pero si El Olfato desde hace tiempo lleva la mayor pauta publicitaria de la UT, con redactora y Decano familiares que indudablemente pueden significar coincidencias, descubro que existe la ligera posibilidad de que hay contratos por consanguinidad, puesto que, la ligereza se pierde cuando la “coincidencia” deja de convencer de serlo.
¿Por qué lo digo?, Porque luego nos encontramos con que Marcela Barragán, funcionaria que entre la comunidad universitaria conocemos como la más cercana al Rector y Representante legal de la Universidad del Tolima, es la hermana de la joven redactora Juanita Barragán Urrea de El Olfato y sobrina del Decano mencionado, que aunque sigamos creyendo que son aparentemente coincidencias, tantos indicios de tráfico de influencias llevan a preguntarme, ¿Por cuánto será el próximo contrato? ¿Nuevamente será una cifra que sea el cuádruple de las demás?
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