Por: Juan Nicolás Camargo Guzmán      

La protesta ciudadana con la que pretendían, simbólicamente, “enterrar” la gestión del Alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, terminó siendo la primera derrota política para el combo de ‘los lapidarios’, como le escuché a un transeúnte referirse sobre el grupo de periodistas, empresarios y, autodenominados, líderes políticos y sociales, que convocaron el ‘sepelio de Ibagué’.

Según la versión de varios internautas, quien estaría detrás de dicho plantón sería, el dos veces excandidato a la Alcaldía, Ricardo Ferro, hoy congresista del Centro Democrático. Y no es de extrañarse que esta versión resultara cierta, pues vale recordar como los ibaguereños dejaron plantado a Ferro en 2017, cuando intentó hacerle un platón a su examigo, el entonces gerente del Ibal, Alberto Girón.

Y es que todo auguraba salir mal. A quien se le ocurre que un sepelio puede resultar divertido o, al menos, atractivo como para parchar el primer día hábil de la semana. Yo no lo haría ¿Usted?

Alguien con un ápice de sentido común y una vida, medianamente, feliz no quisiera empezar su semana con un entierro, o a quién le gusta cargar con un muerto a sus espaldas. Eso ni a los paramilitares, porque por eso los desmembraban y los tiraban río abajo.

Al parecer, la idea del señor Eduardo Fandiño no salió como lo esperaban. Una estrategia de lanzamiento de campaña poco creativa. ¡Ah! Antes de continuar, para quien no sabe, El ‘Fandi’ -como se hace llamar- pareciera ser todo un experto en sepulturas, pues por aquello de que casi terminan enterrando la Universidad del Tolima, con su buen amigo, el exrector, José Herman Muñoz, responsable de la debacle financiera del alma mater.

Si pensamos mal, este sepelio que buscaba parecerse a una de las acciones inaugurales de campaña del mismo Jaramillo. Recuerdan que en 2015, antes del lanzamiento de campaña el entonces candidato, barrió las “ratas” del Panóptico. Este tipo de acciones son ‘golpes de opinión’, que buscan, de manera acertada, generar empatía y hacer llamado de atención a la opinión pública ¿Acaso siguen los pasos de quien tanto critican? Bueno, pues ni cerca, la verdad les hace falta mucha creatividad. Y no es por nada, pero gente que piense de verdad.

¿En serio? Los organizadores de este desafortunado evento pensaron que iban a contar con la simpatía de los ibaguereños, en este abierto acto de proselitismo político, que a los ojos de cualquier ciudadano, no fue más que el prelanzamiento de una campaña política al concejo y otra a la alcaldía. Sin ánimo de ofender, les digo que esa campaña nació y la enterraron ahí mismo.

Señores locutores, por favor, no hagan del periodismo la trinchera de la politiquería, porque si pretenden hablar desde una superioridad moral, mayor a la de quienes ustedes consideran sus adversarios, pues en serio que la están cagando. Esto me recuerda una de las estrategias de la campaña “negra” que proponía la empresa que le hizo el plan estratégico al estimado John E. Toledo, y ya ven, se quemó.