Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

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Buena noticia

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Ibagué es de las ciudades capitales más atrasadas en contar con un sistema estratégico de transporte público -SITP-.  De los anhelados proyectos que tiene la musical sin duda, es un sistema que sea digno para los usuarios y sostenible con el medio ambiente.

Diecisiete años después de que se implementara por el gobierno la política nacional de transporte urbano masivo y público. El Consejo Superior de Política Fiscal Nacional -CONFIS-  autorizó que Ibagué fuera tenida en cuenta para asignar recursos del Estado colombiano por 309.000 millones de pesos y que la ciudad asuma  con recursos propios un valor aproximado a los 150.000 millones.

Este hecho de tanta relevancia implica una armonización en el desarrollo urbanístico de la ciudad y la movilidad.

 Es el momento para que los sectores que están en el negocio del transporte urbano, se reúnan con las autoridades municipales e inicien una concertación sin ventajas ni desventajas, pensando en el equilibrio económico, para que en el futuro no ocurra lo de muchas de las ciudades que hoy tienen implementado este sistema.  Casos como la informalidad que atentan contra la estabilidad dependen de la concertación con las diferentes empresas para que todos se sientan tenidos en cuenta y que hacia el futuro se apliquen las medidas sancionatorias para proteger el sistema e indudablemente pensando en la ciudad y sus gentes.

El hecho de que Ibagué haya sido una de las últimas capitales en contar con esta posibilidad, hay que aprovecharla para conocer las falencias que han cometido las ciudades que lo implementaron hace años y no cometer sus mismos errores.  Estudiar muy bien la capacidad de buses ofertada para la demanda que tiene la ciudad y no tener problemas, es decir, que sea sostenible financieramente.

 Las rutas de cubrimiento a la ciudad y los sitios críticos para que su cobertura sea consecuente con el desarrollo urbanístico actual y sus áreas de crecimiento. No puede ser que se cometan errores como copiar sistemas que están ya en desarrollo sin tener en cuenta las características de la nuestra.  Algunas ciudades cometieron la falencia de tratar de implementar un pequeño Transmilenio cuando las características de Bogotá son únicas y han tenido que asumir costos para corregir.

Esta oportunidad no la podemos desaprovechar y será un proyecto en el cual cada residente de la ciudad debe ser un veedor para que las cosas salgan bien y denunciar lo que se considere se está torciendo.

Los nuevos buses por ejemplo no podrán ser factores de contaminación y causar más daño a la atmosfera.

Este sistema tendrá que tener muy en cuenta el desarrollo de movilidades alternativas limpias, como seguir implementando cada día más ciclo vías y espacios para los transeúntes.  Hoy parece que la capital del Tolima tiene solo vías para carros y andenes para los vendedores ambulantes, el transeúnte, que se defienda como pueda.

 Llama la atención que en medios de comunicación y redes sociales los primeros comentarios sobre la noticia fue sacar pecho con supuestos compromisos de gobernantes, como siempre buscando réditos políticos sin tener en cuenta lo importante y prioritario,  cual es el buscar la armonización de criterios y conciliación de voluntades para lograr un sistema que sea orgullo para los tolimenses y resarcirnos un poco de la vergüenza nacional que hoy aún tenemos por haber dilapidado la oportunidad de presentarnos como una ciudad  sede de los juegos nacionales y no un ejemplo de corrupción como hoy aparecemos.

Es bueno reconocer la voluntad de unión de la bancada tolimense en el Congreso para este proyecto, así como a los que desde sus responsabilidades como gobernantes aportaron para bien  y dejar que la politiquería de siempre siga gritando yo lo hice, la gestión es mía, a eso no vale la pena perderle tiempo…..

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