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Inocentes ibaguereños: entre rumiantes y batracios

Inocentes ibaguereños: entre rumiantes y batracios

¿Qué ocurre si lanzas una rana en una olla con agua hirviendo? Lo lógico es que de inmediato salte e intente escapar, si es que antes no muere. Pero, ¿qué pasa si pones la rana en agua a temperatura ambiente y muy, muy lentamente la vas calentando hasta hervir? La creencia es que la rana se quedará tranquila, sin darse cuenta de que el agua se está calentando, hasta cocinarse en el agua.

Exactamente en la posición y comportamiento descritos en esa fábula, nos encontramos los ibaguereños. Frente a los cada vez más frecuentes y prolongados cortes del suministro de agua, las bajas presiones cuando hay suministro, y cada vez más y más amplios sectores de la ciudad que padecen esos fenómenos, sube la temperatura de una crisis de insondables consecuencias.

Basta con realizar una somera revisión de la prensa escrita y hablada de los últimos 6 meses, para evidenciar cómo, las protestas sociales con cierres de vías, vienen creciendo como la espuma.

A pesar de lo cual, salvo contadas, aisladas y esporádicas voces de dirigentes locales, como la de la representante Martha Alfonso Jurado o la del connotado líder Guillermo Pérez Flórez, ponen el dedo sobre esa llaga, indicándole a la ciudad las verdaderas causas de la crisis en desarrollo, de la cual no escapa ningún estrato social.


Fotografía VAPI diciembre 24 de 2023. Tubería de la línea de conducción del acueducto complementario, soportada en el aire.


Ha llegado a tal extremo el cinismo de quienes son los directamente responsables de esta situación, que, por reclamar el derecho al agua potable, somos tratados de rumiantes. Tratamiento que viene precisamente de los dos personajes públicos, que siendo años atrás funcionarios de segundo y tercer rango en el IBAL, con sus firmas permitieron la decisión de entregar disponibilidades de acueducto y alcantarillado, en sectores de la ciudad donde aún hoy no existe la posibilidad de entregar esos servicios: El actual y continuista alcalde (en cuerpo ajeno) y su actual y continuista Gerente del IBAL (en cuerpo propio).

El cinismo deriva del hecho de que estos personajes se atreven a gritar a los cuatro vientos, que la crisis se debe a la expedición, por parte de administraciones municipales irresponsables, de disponibilidades de agua y alcantarillado, para más de 45 mil soluciones de vivienda (por ahí pasa la cuenta), sin contar con acueducto complementario; lo cual es cierto, pero lo que no se dice es que esas disponibilidades, directa o indirectamente la suscriben ellos mismos, durante su paso y permanencia en el IBAL, hecho que está perfectamente documentado, y que esta práctica se extiende hasta la fecha.

Pero claro, lo que sucede es que, como en la fábula de la rana, la ciudad y sus lideres, o no saben lo que sucede o no lo comprenden. Para ilustrar esta situación, basta con recordar lo manifestado por los urbanizadores de Arboleda del Campestre, cuando ya desde el año 2015, en comunicación a Cortolima, para justificar la solicitud de concesión de agua para esa urbanización, manifestaron textualmente: El proyecto propuesto tendrá una población esperada de 28.000 habitantes; en su primera etapa de 2.000 viviendas, las primeras 1.720 ya están listas para entregar y las 280 restantes se entregarán en mayo de 2016. Estas nuevas soluciones de vivienda tendrán 8.000 personas. Las futuras etapas que se desarrollarán próximamente contemplan la construcción de 5.000 viviendas con 20.000 habitantes adicionales. Este solo proyecto rebasa en más del 50% el plan maestro de expansión de la infraestructura del IBAL presentado al viceministerio de Vivienda. Inicialmente se construirá un módulo de 21 L.P.S., utilizando agua del río Combeima, perteneciente a la concesión otorgada a GUILLERMO LASERNA Y CIA. S. en C. en cantidad de 21 L.P.S., que luego será aumentada hasta 60 L.P.S. en la medida en que se vayan incorporando nuevos módulos de tratamiento.


Fotografía VAPI diciembre 24 de 2023. Tubería de conexión entre desarenador y línea de conducción del acueducto complementario de Ibagué.


Es claro entonces, que ya desde el 2015, incluso con acueducto complementario, las capacidades de la ciudad de suministrar adecuadamente agua potable, estaban seriamente limitadas y comprometidas, a pesar de lo cual se continuó, por parte de estos personajes, dando disponibilidades a diestra y siniestra.

La gran e irresponsable mentira

Siendo claro que, incluso contando con acueducto complementario, el suministro de agua para consumo humano es deficitario, la crisis en desarrollo, que ya llega a su punto culminante, es conjurada en los medios de comunicación, anunciando por enésima vez, que ahora si, en cuestión de días, será realidad el acueducto complementario, lo cual es a todas luces una enorme e irresponsable mentira, que solo busca, que “la rana siga en la olla con agua hirviendo”.

Y es que hoy, cualquier ciudadano que quisiera visitar las obras del acueducto complementario, podría constatar por cuenta propia, el deplorable estado de abandono en que se encuentran las estratégicas obras de la primera fase, la manera cómo se han demolido algunas estructuras para ser nuevamente contratadas y reemplazadas por otras alterando los diseños originales, los graves errores de construcción que se evidencian en varios componentes y tramos, el reemplazo de la antigua tubería por otras de diferentes especificaciones y, un largo collar de perlas, que hacen que esas obras no sean más que una inconclusa colcha de retazos de barata confección.


Fotografía VAPI diciembre 24 de 2023. Caseta Operación Bocatoma Acueducto Complementario totalmente destruida.


La situación descrita, podría pasar por ser una más de las muchas irregulares situaciones a las que se ve sometida nuestra ciudad capital, si no fuera porque, en esta ocasión, lo que se puso en juego es su estabilidad social y económica.

Ya debería de haber prendido todas las alarmas, que en pleno fin de semana de navidad, el centro de la ciudad tuviera que acudir al suministro de agua a balde limpio y a negar servicios sanitarios a los compradores, o que el sector gastronómico de la ciudad vea insostenible operar sus negocios por ausencia de agua que permita garantías de higiene del servicio, o que amas de casa y niños tengan que cerrar céntricas vías para exigir agua para bañarse y preparar alimentos después de tres días continuos de suspensión.

Que “el niño”, nos coja confesados

Es igualmente lamentable y sumamente preocupante que los muy escasos funcionarios públicos, que se atrevieron a indagar y señalar el problema, terminaran amenazados de muerte, estigmatizados, perseguidos y separados de sus funciones.

 

 

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