El alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, se niega a suministrar información sobre su patrimonio e ingresos, pese a ser un servidor público, a quien la ley 2013 de 2019 lo obliga a hacerlo. 

Tras el escándalo de la lujosa mansión que adquirió el alcalde en el exclusivo sector de Reservas del Campestre, El Cronista.co solicitó información a través de un derecho de petición que, luego de 3 meses, todavía no fue respondido. 

En su momento trascendió que el mandatario adquirió la vivienda por unos $1.400 millones, aunque algunas fuentes consultadas por El Cronista.co indican que dicha propiedad en realidad cuesta por lo menos $2.300 millones. 

De inmediato la noticia generó suspicacia, pues ni siquiera juntando todos los sueldos ganados como alcalde, Hurtado podría al menos acercarse a semejantes cifras. Los $20 millones mensuales que en promedio gana como alcalde, suman $720 millones en 3 años. Cifra muy alejada de lo que costaría la mansión, aún suponiendo que todos sus sueldos los destinó únicamente para esa compra. 

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Ante la confusión que generó este episodio, el pasado 3 de febrero El Cronista.co radicó un derecho de petición en el despacho del mandatario, para conocer información como:

• Bienes y propiedades que componen el patrimonio del alcalde.
• Declaraciones de renta, las cuales no hace públicas desde que asumió el cargo.
• Precio real de la mansión y explicación sobre el origen de los recursos para adquirirla. 

Sin embargo, 3 meses después, pese a insistir en repetidas ocasiones, todavía el alcalde ni su equipo responden al derecho de petición. La última respuesta fue del pasado 11 de marzo, en la que simplemente la Alcaldía recomienda buscar la información de manera presencial en una de sus dependencias.  

Ante la falta de respuestas por parte del mandatario, quedan en el aire muchas conjeturas. La última declaración de renta que publicó Hurtado fue la correspondiente al año 2018.

Para ese año sus ingresos eran de $143.260.075, cuando trabajaba como funcionario de la Gobernación del Tolima, bajo la tutela de su exjefe político y mentor, el hoy senador Óscar Barreto Quiroga. El único bien que para entonces tenía, era un parqueadero en el centro comercial Combeima y ni siquiera tenía vivienda propia, pues pagaba arriendo en el sector de La Samaria. 

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Pese a esto, una vez en la Alcaldía, sus ingresos al parecer se multiplicaron de manera inusitada, tanto así, que ni siquiera se pueden explicar de manera transparente ante la opinión pública.