Nació como una iniciativa de estimular la lectura y escritura en los estudiantes. Y qué mejor que ese incentivo se pudiera lograr a través del amor en su expresión más amplia. En un comienzo fueron pocos los que se motivaron a escribir, entonces la docente Yolanda Álvarez Martínez recurrió a hacer talleres creativos y de esa manera encontrar el aliciente para que muchos y por qué no todos, se decidieran a escribir.

Y fue tanta la acogida y el entusiasmo que generó en la comunidad estudiantil de la Institución Educativa Alberto Castilla que todos querían escribir. Entonces, lo que se inició como un ejercicio pedagógico para estimular la lectura y la escritura dio paso al Concurso de Cartas de Amor que hoy se irradia en todo Ibagué y todo el departamento, como quedó demostrado en su IX versión que fue premiada este lunes en la Biblioteca Darío Echandía.

Los ganadores

En esta ocasión se contó con la participación de 500 concursantes. Y los ganadores fueron en la categoría docentes, primer lugar, Camila Andrea Ortiz Ramírez del San Bonifacio de Las Lanzas; segundo lugar, la docente María Eugenia Vargas Machado de la Institución educativa Inmaculada Concepción del corregimiento de Convenio del municipio del Líbano.

En la categoría juvenil, el primer puesto lo ocupó Laura Daniela Machado de la Universidad del Tolima. El segundo puesto fue para Angy Xiomara Valdés Ibañez, también de la UT. En la categoría prejuvenil B la ganadora fue María Fernanda Frayle  de la Institución Santa Teresa de Jesús; segundo lugar Isabela Bejarano de la Institución Alberto Castilla.

En la categoría prejuvenil A, el primer puesto lo ocupó Karen Sofía Daza de la Normal Superior; segundo puesto Melany Stefany Daza de la Institución Educativa la Paz 1 de Flandes.

Por la importancia que reviste, esta debería ser una actividad académica que gozara de todo el apoyo y estímulo de la Secretaría de Educación Municipal, y así evitar las vicisitudes por las que tienen que pasar los organizadores.

Carta ganadora

La siguiente es la carta ganadora en la categoría pre  juvenil B que corresponde a la estudiante María Fernanda Fraile Ramírez de la Institución Educativa Santa Teresa de Jesús.

Martínez

Decir adiós es ese sentimiento vacío y fuerte que te congela hasta el último suspiro de tu ser, es soltar todo aquello que pudo ser pero que jamás será, es dejar atrás tanto para quedarse con tan poco.

Decirte adiós fue aceptar que solo en mi cabeza vería tu sonrisa y que en mis adentros desearía que jamás se borre de tu rostro, fue amar con cada palabra y cada gesto ese instante perfecto de amor, inundar con lágrimas mi rostro y con un gris profundo mi corazón, simplemente aceptar que jamás me volvería a sentir así… Radiante.

Disfruto recordar con melancolía esos momentos llenos de música suave, esas caricias que me hacían vivir cada momento como si fuera el último, tus palabras y las mías diciéndonos te amo, mientras nos abrazábamos y disfrutaba del olor vibrante de tu perfume que aún conservo en tu pañuelo.

Amare infinitamente la forma en que me mirabas mientras tu sonrisa iluminaba mi día, el sonido sobrio de tu risa y la alegría innata de tu manera de amar, los abrazos largos que me hacían sentir segura mientras mi mundo se desmoronaba, lo delicado de tus palabras para consolarme, pero la calidez de tus consejos.

Mi corazón sabe que te ama hasta su última fibra pero mi razón se opone a lastimarnos otra vez, pienso en las muchas razones para aferrarme a ti, a tu grandeza de amar y tu forma de mirar, pero siempre vienen a mi las sabías palabras de las muchas historias románticas que conozco “los amores más bonitos son aquellos que no logran ser “y simplemente amarro todo lo que siento y continuo amando en secreto a lo que no puedo sentir.

Aceptamos el amor que creemos merecer.