Los ibaguereños le indicaron al programa ‘Ibagué Cómo Vamos’ cuál es la calidad de vida que han tenido en los últimos años; lo que permitió medirle 'el aceite' a la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo en sus cuatro años de gobierno, 2016-2019. 

Hacia finales del año anterior, el 53% de los ibaguereños se mostraban preocupados por el futuro de la economía en la ciudad; mientras que, el 72% no se consideraba preparado para afrontar una crisis económica.

Empleo, el dolor de cabeza en Ibagué

Mes tras mes Ibagué se ha ido montando nuevamente en el deshonroso podio de las ciudades con mayores tasas de desempleo en el país. 

El DANE sostiene que 50.000 ibaguereños están desempleados. Estadísticas que ponen de manifiesto el fracaso de Jaramillo en su intento de dinamizar la economía en la ciudad.

A finales de 2019 el 84% de las personas aseguraban que es difícil encontrar trabajo, dos puntos más que el año inmediatamente anterior. Pese a esto, resulta llamativo que solo el 12% de ibaguereños se consideren pobres.
A su vez, las mujeres expresaron que ven más complicada la tarea de conseguir empleo. El 86%  de ellas lo indicaron así y en los hombres fue dos puntos menos. Además, son las personas mayores de 45 años a quienes más difícil les resulta ganarse un lugar en el mundo laboral en la ciudad.

En materia de emprendimiento las sensaciones tampoco son las más alentadoras. El 63% de las personas piensa que es difícil progresar con  un proyecto independiente en Ibagué; especialmente las que superan los 55 años de edad.

“Todos estos son temas a los que le tienen que prestar  atención no solo la administración municipal, sino también los gremios económicos. Se debe dialogar para mejorar el empleo, aclarar la preocupación que todos tenemos respecto a la reactivación económica después de la crisis del Covid-19, y también, para saber cómo se va afrontar la informalidad laboral en la ciudad. 

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Clave también que el emprendimiento sea una de las estrategias que contribuya a generar inversión en la ciudad”, advirtió Carlos Salazar, director de Ibagué Cómo Vamos.

En salud, queda mucho por mejorar

Si bien el servicio de salud que se prestaba en la ciudad hasta 2019 no era pésimo, teniendo en cuenta los números brindados por Ibagué Cómo Vamos, quedan aspectos  por fortalecer. Algo que se está haciendo ahora, dada la crisis por la pandemia del covid-19.

Al comenzar el gobierno de Jaramillo solo el 40% de la gente confiaba en el sistema de salud, lo que cambió para 2019, pues la curva se elevó hasta un 57%. Sin embargo, esto ocurrió con mayor énfasis en los estratos más altos.

Otro punto a tener en cuenta es el referente a la celeridad en la atención a los pacientes. Más del 30% de los ibaguereños han tenido que esperar por un periodo de tiempo superior a los 20 días para ser atendidos en una cita médica. Por lo cual el 37% propone fortalecer los hospitales como principal estrategia para mejorar la salud de la gente.

Entretanto, la calidad del agua potable que consumen los habitantes de Ibagué es un indicador que guarda relación con la salud de los mismos. En la encuesta el 82% expresó que reciben agua de “excelente calidad” y el 18% se quejó por sedimentos, mal sabor y olor en el preciado líquido.

La calidad de vida en los barrios mejoró notablemente

Algo que evidentemente le reconoce la ciudadanía a la administración de Jaramillo, es la transformación social que se gestó en Ibagué. Tanto así, que cuando inició su mandato en 2016, el 72% de la gente se sentía satisfecha con el barrio donde vivía; cifra que siempre fue en ascenso durante los cuatro años, hasta que en 2019 el 82% de ibaguereños manifestaron estar a gusto con su sector.

 La curva de crecimiento se presentó en todos los estratos socioeconómicos y en las 13 comunas

Uno de los principales objetivos del anterior alcalde fue el mejoramiento de la malla vial. Esfuerzo valorado por la ciudadanía, ya que, en 2017 solo el 36% estaba satisfecha con las vías de su barrio; indicador que se elevó hasta un 52% una vez terminado el gobierno de Jaramillo a finales de 2019.

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Asimismo, hubo un alza en los indicadores de satisfacción respecto a los espacios públicos de la ciudad. Mientras que, en 2016 el 31% de los ibaguereños opinaban estar conformes con los espacios comunes a la cuales tenían acceso, para finales de 2019 este ítem creció hasta el 37%. Lo cual se puede apreciar en el 61% de ciudadanos que en 2019 afirmaban asistir a parques  y zonas verdes con fines recreativos; lo que dista del 41% registrado en 2017.

En materia ambiental, la gente también resalta el trabajo de Jaramillo.

En materia de seguridad los números no fueron los mejores. El 97% de la gente asegura que en sus barrios aquejan problemas como drogadicción, atracos callejeros y tráfico de armas, principalmente. Ante lo cual solo el 43% se conforme  con la labor desempeñada por la policía, y por eso, el 31% instó a que el camino que se debe seguir para mejorar la seguridad en la ciudad debe ser aumentar el número de policías.

En imagen favorable, Guillermo Alfonso Jaramillo cerró su gobierno con una aceptación del 64% por parte de la ciudadanía, que dista mucho del 32% con que terminó ‘Chucho’ Botero o el pírrico 11% de Luis H. Rodríguez. 

Esta cifra alcanzada por Guillermo Alfonso Jaramillo indiscutiblemente le debe generar un esfuerzo mayor a la actual administración, pues tendrá que fortalecer el trabajo en sectores donde de acuerdo al estudio de Ibagué Cómo Vamos la vara quedó alta y redoblar esfuerzos, donde los números fueron bajos, como en seguridad.