Ante la necesidad que tiene el candidato del partido Liberal Mauricio Jaramillo Martínez, de aglutinar en su entorno a la mayor cantidad de fuerzas y movimientos posibles para enfrentar una campaña electoral, parece que se han iniciado una serie de contactos con dirigentes de tendencias diferentes a las  del jefe de las mayorías de ese partido.

No de otra manera, se puede pensar que la aún débil candidatura de M. Jaramillo, pueda tener figuración destacada en las elecciones regionales del 29 de octubre. Las falencias innegables de esta candidatura comienzan en el número de años que, de una u otra manera, lleva quien la encarna comprometido en el tejemaneje político del Tolima y, obviamente, en los aspectos administrativos del departamento; de allí, que se sostenga en algunos sectores políticos y de opinión, que Jaramillo no representa algo nuevo e, incluso, también le adjudican su parte de responsabilidad en la crisis y situación que el candidato crítica. Pero además de ello, la forma autoritaria, y de componendas internas y abiertas, donde el debate de las ideas y principios liberales se soslaya para darle paso al acuerdo provisional y transitorio de una campaña electoral. 

Ante este panorama, el jefe del sector mayoritario del liberalismo, ha comenzado una serie de reuniones aspirando a reunificar a su partido, y dejando la arrogancia, trata de llegar acuerdos con otras tendencias como la de Gentil Gómez, quien tiene representatividad demostrada con cerca de 14 mil votos en la lista a la Cámara de Representantes, que sirvieron de paso para salvarle la curul a Olga Beatriz González. 

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Este sería el aliado de más calado que tendría M. Jaramillo, dentro de su propio partido, para su aspiración a la gobernación. Gentil Gómez, tiene un potencial electoral demostrable en el suroriente del Tolima, y que sería un alivio en las actuales circunstancias electorales que vive el jefe de las mayorías liberales del Tolima, en unas elecciones un tanto enrarecidas con el surgimiento de candidatos comodines de última hora. 

Porque la candidatura de Yuli Porras, esposa del excongresista Jaime Yepes, salida del cubilete del desprestigiado alcalde Andrés Hurtado, no va más allá de una negociación que le reporta algún redito a los esposos Yepes-Porras.

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Y mientras tanto, los alternativos siguen sin candidato, y varios movimientos de los que integran el Pacto Histórico y la Alianza Verdes, no votarían con M. Jaramillo, al considerarlo un aliado del nefasto alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado.