Por Carlos Alberto Estefan Upegui
ExGobernador del Tolima

El asesinato del Coronel retirado Élmer Fernández Velasco, director de la cárcel La Modelo de Bogotá, ha dado pie al estudio de la seguridad y demás requerimientos para brindar protección a quienes ocupan posiciones de alto riesgo. Requisito sine qua non, para quienes exponen su vida por la naturaleza de su oficio.

Casos como el del Coronel(r) Fernández sin protección y totalmente vulnerable a los ataques de los delincuentes, no pueden seguirse presentando. Mientras a unos les faltan escoltas, al parecer, a otros podría sobrarles.

Se habla de esquemas de seguridad para una sola persona como la del expresidente Uribe con costos de varios miles de millones de pesos al año.

Exactamente con «357 escoltas en 14 camionetas blindadas, más 35 vehículos, 20 motos de alto cilindraje, dos cuatri motos, con una dotación de 37 fusiles de largo alcance, 177 pistolas semiautomáticas, 45 chalecos antibalas, 93 radios de comunicación y 58 teléfonos.» (Las Dos Orillas/2013).

Un esquema de protección incluye un equipo de seguridad que debe seguir un plan, y demás requerimientos que exija la situación del protegido, los bienes y/o áreas a proteger.

Entre tanto, el asesinado director de la cárcel La Modelo no tenía siquiera un vehículo blindado, aun habiendo recibido amenazas y solicitado protección, “que, por motivos burocráticos, dice la prensa bogotana, no se le dio a tiempo”.

Entonces murió por exceso de trámites, por negligencia, por descuido, por falta de dotación o escasez de personal y/o quizás por escaso presupuesto.

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¿Cuál es la verdadera causa?

“El coronel Élmer Fernández había recibido una amenaza en un panfleto que circuló el jueves de la semana anterior a su muerte, él había puesto la denuncia ante la Fiscalía ese mismo viernes y el martes después introdujo el procedimiento de protección ante la Unidad Nacional de Protección (UNP)”, expresó el ministro en una rueda de prensa.

Dice también el ministro que ante la Unidad Nacional de Protección UNP, la cual depende de ese ministerio, en los dos últimos años se ha conocido de 506 amenazas denunciadas por funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), de las cuales 263 siguen sin ser atendidas, o sea que según lo sucedido también por “motivos burocráticos”, podrían tener la misma suerte que la del Coronel.

La Unidad Nacional de Protección (UNP), es la entidad encargada de escoltar a las personas que según sus funciones puedan tener en riesgo su vida en cualquier parte del territorio nacional.  No obstante, se supo que la seguridad del Coronel Fernández estaba a cargo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

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¿Cuál seguridad?

Luego de lo sucedido, ni para qué pensar en lo que pasa al interior del sistema carcelario.

Por ahora, y como una atenuante, durante un consejo de seguridad extraordinario, el ministro Osuna, mencionó que mejorarán los esquemas de seguridad de los funcionarios del Inpec, en particular de aquellos con un mayor riesgo de amenaza.