Por Humberto Leyton

Las denuncias no cesan por los incumplimientos en las obras de infraestructura y dotación a los centros de salud de Ibagué que habían prometido tanto el exalcalde Andrés Hurtado como su delegada en la alcaldía Johana Aranda.

Recordemos que en un cumpleaños de la ciudad, antes de salir de su mandato, el exalcalde Hurtado con bombos y platillos inauguró la construcción de la Unidad de Salud de Ibagué (USI) de Picaleña, a la que rimbombantemente llamó “nuevo hospital”, sin tener en cuenta la dotación, el personal médico y paramédico para atenderla. Simplemente entregó la edificación con unas camillas y unos escritorios.

El centro de salud, con los consabidos sobrecostos que tuvieron las ‘obras´ que realizaba Hurtado, tuvo un valor de más de tres mil 500 millones de pesos, y que después de entregada duró varios meses sin funcionamiento por no tener ni los equipos del personal para atenderla. Fue un engaño que se le hizo a la ciudad, especialmente a los 70 mil habitantes de la comuna 9. Hoy funciona no como un hospital, sino como un centro de salud grande sin los equipos y personal necesario para atender a los usuarios.

En el cumpleaños 474 de la fundación de Ibagué, los habitantes del barrio El Topacio y El Salado (comuna 8) donde residen más de 120 mil habitantes, denuncian que se sienten frustrados por la no construcción de la Unidad Intermedia de Salud que les prometieron, pues según los planes de la administración de la alcaldesa Aranda, es hacer algunas reparaciones y refacciones al actual puesto de salud que tiene la comuna 8, y por ende, embolatar la construcción de una nueva edificación.

En una reciente entrevista del edil Evelio Martínez, de la comuna 8, concedida al noticiero de Caracol Radio Ibagué, aseguró que “Los recursos fueron aprobados en la administración anterior, un empréstito para que se construyeran las unidades intermedias de El Salado y El Topacio, pero la gerente de la USI ahora solo piensa construir un puesto de salud”. Y a reglón seguido precisó: “No tenemos sino dos puestos de salud, Topacio y la Cima que está que se cae. Citamos a los funcionarios los ediles, pero les pedimos que se protejan los recursos y nos cumplan lo que se prometió”.

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En este punto cabe preguntar: ¿Por qué el municipio no ha hecho el desembolso de los 10 mil millones del crédito que se hizo en el 2022 con el objeto de construir esta obra?, que es el valor del crédito del que habla Martínez.

Entretanto, la USI, afronta un déficit financiero superior a los 30 mil millones de pesos, reconocidos por la gerente de esa entidad Aura Acevedo, donde se incluye la cartera morosa de las EPS.

Sin embargo, esta caótica situación económica no ha sido obstáculo para que la USI, se llene de alta burocracia como la creación de una subgerencia, los asistentes del gerente y el subgerente, más cuatro abogados que devengan sueldos superiores a los cinco millones de pesos mensuales.

Cargos innecesarios que posiblemente se crean o se establecen para cumplir con los desempleados que llegan a la prematura campaña política de Andrés Hurtado, pues la alcaldía que se convirtió en el directorio político de esta campaña también ejerce como agencia de empleo del candidato a la gobernación en ciernes.

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La salud en Ibagué está siendo manejada desde la administración Hurtado, como un botín político para beneficio personal, mientras que con mentiras y engaños quieren hacer creer a la comunidad que se está trabajando en beneficio de ésta, cuando los hechos reales demuestran todo lo contrario. 

Esta es la otra cara del humo que Hurtado y Aranda. les venden a los ibaguereños en el cumpleaños de la ciudad.