Por:Juan David Gómez González*

Mouseland la tierra de los ratones, la tierra de Colombia.

Hace un año compartí a “Mouseland” una fábula política que tenía como propósito enseñar a no votar por políticos tradicionales, esta fábula fue escrita por el canadiense Clarence Gillis y tiene como fundamento el discurso dado en el parlamento en 1962 por Thomas Douglas.

La historia relata una elección típica con gatos negros representantes y ratones votantes que curiosamente cada cuatro años eran elegidos por los ratones, como se esperaría los gatos negros implantaron sus políticas, exigieron entradas más grandes a las ratoneras para ellos poder meter su garra y cazar fácilmente ratones y además que los ratones solo podrían moverse a ciertas velocidades para que el gato consiguiera desayuno sin realizar demasiado esfuerzo. Estas leyes eran buenas para los gatos, pero no tan buenas para los ratones. Cuando los ratones se cansaron de estas medidas tomaron una decisión, asistieron a las urnas y votaron por gatos blancos. Los gatos blancos propusieron cambiar la entrada de la ratonera para que no fuera redondas sino cuadradas, el problema era que ahora, esas entradas eran muchísimo más grandes y a los gatos les cabían ya inclusive las dos patas, empeorando esta medida la situación para los ratones, la historia relata que las elecciones se hicieron cada vez más frecuentes, se eligieron gatos negros, blancos, mitad negro y mitad blanco, con machas etc...

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La reflexión de la fábula es que el problema nunca fue el color o la mezcla de los gatos, el problema era que los gatos gobernaban a los ratones y como era de esperarse velaban por sus intereses, esta realidad la supieron cuando un ratón que llegaba de muy lejos cuestionó ¿Por qué seguimos eligiendo un gobierno de gatos y no uno de ratones? Esa idea no gustó y el ratón terminó por ser encarcelado.

¿Por qué elegir gatos siendo ratones?

Encontramos razones por doquier, es que este candidato ratón no va a ganar según las encuestas, este otro no tiene la maquinaría que tienen los gatos, la elección está arreglada y quedarán los gatos, esto va mal, pero los gatos han dicho que podría cambiar y mejorar y miles de razones más.

Mi invitación en este espacio es puntual, no elijamos más gatos que llevan años en el poder para esta presidencial, es el momento de tener a alguien represente realmente los intereses del pueblo y no lo lograremos si seguimos en la constante de elegir a los mismos, este país merece un gobierno para la mayoría, merece educación y decencia en lo público. Señor lector es probable que como lo mencionaría Alfonso Reyes en abril del 2015: ustedes no hacen parte del llamado “voto amarrado”, ustedes no votan porque les ofrezcan algo a cambio ustedes no votan porque no quieren hacerlo, pero de la misma forma, si quisieran hacerlo, podrían, con su voto cambiar la historia de este país.

(Puede leer: Regáleme)

Somos casi 12 millones de jóvenes habilitados para la elección presidencial del 27 de mayo, si sólo los jóvenes votaran elegirían un presidente, pero hace carrera la tendencia de no votar, votar en blanco o anular el voto, el país nos necesita y es nuestro momento de marcar el rumbo en el que no permitamos que lo gatos sigan llegando al gobierno.

Abogado de la Universidad de Ibagué, profesor catedrático y coordinador de proyectos.