Opinión

Infiltrados

Infiltrados

Por Carlos Alberto Estefan Upegui  - ExGobernador del Tolima


En mi gobierno no se permiten infiltrados en las marchas con objetivos políticos que no son los de los manifestantes. Estas personas enviadas para bloquear el palacio deben ser profundamente investigadas.”, dijo el Presidente cuando el pasado jueves 8 de febrero del 2024 se llevaron a cabo marchas, manifestaciones y muestras de apoyo al Gobierno de una parte de la ciudadanía y a modo de protesta y presión para que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia nombraran pronto al Fiscal General de la Nación.

Sobre la marcha del pasado 21 de abril el Jefe de Estado indicó que, si bien los marchantes lo hicieron en relativo orden, esta jornada hace parte de una estrategia de “golpe blando”.

En efecto, “la comezón va por dentro” decía el mayordomo de la finca al curar el mal de la cruz en los caballos, igual que una herida cuando “sana en falso” y a simple vista pareciera cicatrizada, pero cuando se levanta la costra vemos que la infección sigue viva.

Así sucede con las manifestaciones convocadas para rechazar las políticas de Petro, pues hay marchantes sin ninguna autoridad moral que se infiltran entre gente buena, de mayor edad, candorosa e incauta, para promover el odio y hasta sugerir la muerte del presidente.

Semejantes a otros que también marchan y en su momento fueron cuestionados por el despilfarro y la pérdida de billones del erario o tienen vínculos con el narcotráfico, practican el lavado de activos y el enriquecimiento sin justa causa. Por no citar los que tienen procesos pendientes con la justicia.

En consecuencia, no es ahí donde debemos estar, lo indicado es cortar por lo sano, hacer caso omiso a los agravios y debatir iniciativas que conduzcan a acuerdos asertivos.

Aclarar y promover los correctivos a que haya lugar y no dejar que la delincuencia se infiltre…

El país tendrá que saber distinguir entre las verdaderas intenciones de unos y otros y dar su veredicto copioso en las urnas.

Por supuesto que la marcha del pasado 21 de abril fue multitudinaria y desconocerlo sería engañarnos a nosotros mismos, pero también es justo recordar que fueron 10 millones de votos a favor del exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández hoy condenado, y por consiguiente en contra de Gustavo Petro.

La marcha programada para el primero de mayo, obviamente, será una muestra de los más de 11 millones de votos que eligieron el presidente de Colombia. Por tal razón, la última palabra es a través del sufragio.

Entre tanto, lo más saludable de todo esto que está sucediendo es que el país se ha dado cuenta de que hay un gobierno en el cual se respeta la libre expresión y no se maltrata a quienes protestan, pero aún más importante, es que volvió a sentirse la participación ciudadana como expresión democrática.

Así mismo, gracias a los acuerdos de paz se ha vuelto mejor participar de la contienda electoral que estar en el monte echando bala.

Entonces, hay que dejar que unos y otros se expresen, expongan sus ideas y las sometan a consideración de la opinión.

Los que votamos por el cambio no creemos en la tergiversación ni en la mentira, y tampoco nos pidan que apoyemos corruptos.

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