Por Oscar Viña Pardo

Los ex secretarios de salud del Tolima, Jorge Bolívar y de Ibagué Johana Aranda son dos de los firmes candidatos para ganar la alcaldía de la capital musical en los comicios de octubre. La pandemia del Covid19 les dio la oportunidad desde el normal accionar del sector frente a lo vivido de mostrar resultados.

No está en discusión lo diligentes que son Bolívar y Aranda, desde sus despachos hicieron desde mi concepto una tarea buena y si bien es cierto los recursos económicos llegaron a las regiones, aprovecharon la oportunidad de visibilizar mucho más el andamiaje administrativo social de estas dependencias.  

Pero una cosa es ser secretario de despacho y otra el líder o timonel; el gobernador o el alcalde. Son ellos los que deben ir a los ministerios y demás instituciones a conseguir los recursos para lograr obras, y desde esa óptica los dos candidatos tienen el tiempo suficiente para mostrar esos dones desde lo gerencial. 

A Jorge Bolívar se le reconoce su labor social como concejal y defensor de los usuarios, espacios que en su momento fueron apalancados por los medios de comunicación, en especial la casa radial RCN.

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Johana, a quien también conozco desde hace más de 10 años, se destacó en sus labores en el IBAL, por ejemplo, por su compromiso y entrega en pro de la organización, por liderar procesos de calidad, por ende, tareas con altos estándares de eficiencia. 

Pero gestionar desde lo local para que lleguen los recursos de lo nacional no será tarea fácil, más cuando en el Plan Nacional de Desarrollo Colombia, potencia mundial de la vida, muchas iniciativas ya reposan en los textos, pero no se cumplen. Las ejecutorias del megaproyecto Triángulo Sur del Tolima con más de 50 años de atraso me dan la razón.

Se requiere entonces de un lobby agresivo en conjunto con los senadores y representantes para hacer realidad esos proyectos. Y ese es uno de los factores determinantes para que los electores tengan en cuenta a la hora de elegir a quien será el próximo alcalde de Ibagué. 

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Recuerdo como si fuera ayer cuando algunos secretarios de despacho de la gobernación del Tolima renunciaron a sus cargos, aspiraron a las alcaldías, llegaron a ser los máximos líderes de los municipios, pero sus administraciones pasaron sin pena ni gloria. Porque una cosa es gestionar desde la abundancia y otra muy diferente el ser gestores para la región.  

Seguimos a la espera de los demás candidatos en contienda, y escuchar las propuestas para mi ciudad. Alternativos, cívicos, de otros movimientos políticos harán de esta contienda una de las más importantes en los últimos años para Ibagué, porque Ibagué está en deuda desde el voto de opinión.