Opinión

La Corruptoneta

La Corruptoneta

Por Óscar Perdomo Gambo - Escritor


Aunque el caradura de Rodolfo ya anunció que apelará la decisión, llevará el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y aspirará a la gobernación de Santander; el fallo sólo confirma lo que todos sabíamos: que es una persona de muy pocos valores morales, totalmente indigna de ser candidato y, mucho menos, presidente. Por algo afirmaba orgulloso que se limpiaba el que sabemos con la ley.

Ahora, tras la decisión, todos lo miran con el desprecio que merece un misógino que golpeaba colegas, exigía dinero a subalternos y se lucraba con la necesidad ajena. Pero esos mismos indignados olvidan que lo apoyaron en su campaña. Los medios comprados lo pusieron en todas las portadas, las encuestadoras le inflaron las cifras y los politicastros de siempre se alinearon con él y se tomaron fotos sonrientes e hipócritas, pues detestaban a ese viejo ladino y vulgar, pero les era útil para perpetuarse en el poder. Todos se subieron a la ‘Rodolfoneta’ y hoy lo niegan rotundamente, aunque les enrostren ese viaje.

Ni qué decir de sus votantes. De los uribistas, que votan ciegamente por el que diga el imputado, no hay que hablar, todos sabemos que son entes sin pensamiento; tampoco vale la pena mencionar a quienes sólo votaron contra Petro con los “argumentos” de que es guerrillero o comunista, esos pobres diablos nunca han cogido un libro en su vida; me preocupan más los que de verdad votaron por Rodolfo pensando que podía ser buen presidente, que su hoja de vida lo acreditaba como mandatario. ¿Esta gente sabía qué estaba haciendo? En ambos sentidos de la pregunta: qué hacían ellos y qué hacía Rodolfo bajo cuerda.

Esto deja mucho qué pensar sobre la madurez política de cierto sector de la población. Parece que las épocas donde los políticos daban discursos y debates con argumentos se acabaron; ahora, la moda es hacer videos ridículos en Tik-Tok y bailar en redes sociales. Estos payasos de la política siempre han existido, pero rara vez tuvieron tantos votos, aunque hay que suponer que muchos de estos sufragios vinieron de la Registraduría en su afán por evitar la presidencia de Petro.

Espero, en mi ingenuidad, que quienes querían elegir a Rodolfo hayan aprendido la lección, que no se dejen engañar por los medios comprados, las redes o la publicidad; que repasen la hoja de vida y las propuestas de sus candidatos, que no voten irresponsable o ciegamente y, sobre todo, que no vuelvan a votar por un corrupto. Aunque en un país que ha elegido tantas veces a Uribe es difícil…

ADENDA: Hablando de cínicos, espero que la irresponsable y malintencionada Catalina Ortiz, quien fingió en redes sociales un ataque machista, retire su candidatura a la Alcaldía de Cali. Es inadmisible que, en un país con tanta violencia de género, una políticastra mienta y se victimice para obtener votos.

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