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Opinión

En la ‘Gloria de Dios’ también asustan

En la ‘Gloria de Dios’ también asustan

Por María del Mar Mejía Rojas


Ahora que el running está de moda por salud, para acabar con la ansiedad, con tantas medias maratones y maratones en las diferentes ciudades, nace un nuevo estilo de vida, varias personas salen a trotar solos, en grupo, con amigos y así los espacios deportivos de la ciudad toman vida.

Intento trotar como un medio de relajación, para mantenerme delgada y por mi propia felicidad. Voy a la llamada “Gloria de Dios” a la que jocosamente llamo así, porque no toda la ciudad se ha percatado que el Parque Deportivo que lleva años siendo objeto de escándalos hoy se llama la “Gloria de Dios”, un día le dije al taxista “vamos a la Gloria de Dios” el señor del taxi contestó “yo ya estoy en la Gloria de Dios, pero, ¿Dónde es eso?”.

Ese lugar, la Gloria de Dios (el Parque Deportivo), de acuerdo con lo publicado en la página oficial de la Alcaldía de Ibagué, hoy cuenta con Complejo de Raquetas, Pista de BMX, Coliseo de Combate, Coliseo Mayor y en construcción avanzan el Tejódromo, (…) y los escenarios que lidera la Gobernación del Tolima: Coliseo Menor y Complejo Acuático del Parque Deportivo”.

Hace unos días, un domingo fui a trotar a la Gloria de Dios con una amiga y cada vez que pasábamos en frente de la construcción del complejo acuático, uno de los obreros nos gritaba cosas, chiflaba y nos llamaba, “mamitas lindas, corazón, rico” entre otras cosas. Pasamos alrededor de unas 4 o 5 veces por el mismo punto, y el comportamiento del obrero que estaba instalando un techo en ese complejo siempre fue el mismo, sin importar que estábamos en una actividad deportiva en un espacio que tiene esa finalidad y el cual tenemos derecho a disfrutar sin mediar incomodidad alguna.

Pienso que es muy triste que con nuestros impuestos se construyan escenarios para hacer deporte y que cuando los usemos no haya paz ni tranquilidad, no exista derecho a disfrutarlos con felicidad. Lo que ellos pueden pensar que son “piropos” realmente es acoso callejero, que, aunque  hoy no este tipificado en Colombia como un delito, es un acto violento que puede derivar en otros comportamientos más graves (tocamientos, persecución abuso, acoso, violencia) y que se vive en distintos escenarios públicos (escenarios deportivos, transporte público, en la calle)

De acuerdo con Ayuda en Acción “En Colombia se reportaron casi 2.000 casos de acoso sexual y 3.646 casos de violencia de género en 2021, según la Defensoría del Pueblo. (…) frente al acoso callejero, en Cali según una encuesta aplicada por la Universidad ECESI y el Observatorio de Equidad de Género, 1 de 4 mujeres dijeron haber sido manoseadas en espacios públicos; el 63% aseguró que su acosador era desconocido y el 8,4% manifestó haberse sentido vigilada o perseguida al salir de casa.”

La ONU mujeres, ha planteado diferentes formas para solucionar esta problemática y creó la iniciativa “Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros para las Mujeres y las Niñas donde se plantean en conjunto con los gobiernos, la aplicación y evaluación de “enfoques integrales para prevenir y responder al acoso sexual contra mujeres y niñas en los espacios públicos en entornos diversos.” Logrando avances en ciudades como Quito, El Cairo, Nueva Delhi, Port Moresby y Kigali, logrando que mujeres y niñas puedan usar con tranquilidad el transporte público, acceso a espacios públicos urbanos entre otros.

En nuestra ciudad preocupa, que una obra desarrollada por la Gobernación del Tolima (obra pública) no cuente con personal que entienda que debe manejar un comportamiento adecuado y de respeto, el comportamiento del obrero que instalaba el techo del complejo acuático deja muchas cosas qué pensar, empezando por las recomendaciones y directrices que el contratista haya dado a los obreros para estar en un lugar donde sin duda muchas mujeres iremos a hacer deporte y merecemos respeto, niñas y niños igual y hombres en la misma medida.

Me pregunto, ¿para cuándo políticas claras del manejo de la violencia de género y sexual en nuestra ciudad? ¿para cuándo educación sin límites para que exista respeto por el otro en espacios públicos? Sin duda una apuesta para las nuevas mandatarias, la nueva secretaria de la Mujer y la Directora de la oficina de Mujer, Género y Diversidad Sexual.

 

 

 

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