Opinión

El triunfo de elección presidencial

El triunfo de elección presidencial

Por Edgardo Ramírez


Es difícil distinguir si la elección de un dirigente o gobernante obedece a la emoción, la reflexión o ambas a la vez, porque son causas  que comúnmente se atribuyen a la conducta y por lo mismo existe la contradicción que la razón es la norma absoluta del conocimiento.

 

La elección del presidente Gustavo Petro Urrego, a quienes elegimos  los colombianos por sus propuestas de cambio social sobre el respeto a la Ley y los derechos adquiridos con justo titulo, ha despertado inquietudes en Colombia y en el exterior, por el sentido  de su próximo gobierno orientado hacia la izquierda que no había tenido el poder en 200 años de vida republicana y que configura una tendencia latinoamericana que ha tenido la expresión de atrasados y excluidos del mundo desarrollado que hace justificar una venganza contra los explotadores ante todo de los Estados Unidos.

 

Nada hace prever que los movimientos de izquierda de otros países de nuestro continente sean el remedio a todos los males sociales. Esa concepción que algunos regímenes políticos han adoptado, desconociendo el genio de nuestro mestizaje latino que ha aflorado en la cultura del mundo es una realidad.

El concepto del llamado genio “americano” no tienen mayores calidades cerebrales que las nuestras y es un señalamiento de ubicación y nada más. Tampoco las derechas tienen razón al calificarnos que somos lo nuevo, el porvenir, los similares europeos a quienes imitamos tiñendo los cabellos, usando sus marcas de zapatos y sus textiles como muestras de un refinado gusto, cuando quiera que son viejas costumbres como sus países.

 

Nuestro provincialismo nos hace ver mejor las cosas ajenas  mas deslumbrantes hasta en la música y la gastronomía, con  las que existen en nuestro propio mundo, a sabiendas que hemos producido genios y talentos extraordinarios que han maravillado a otros continentes.

 

Los gobiernos  de nuestro país no han contribuido a una corriente de investigación y progreso hacia la humanidad, porque la educación superior ha sido privilegiada a determinados sectores de la población, de igual manera el uso de la tierra, la salud, la producción y el trabajo que son las bases sobre las cuales se soporta el desarrollo de las naciones y son unos de los programas del presidente electo.

Esa esperanza como la mejor forma de querer, fue la razón por la cual Gustavo Petro ganó la elección a la presidencia de la República, que estuvo signada por el miedo al autócrata que se anunciaba en la televisión y las redes sociales por sus propuestas económicas que han sido desde antes de su posesión criticadas por la opinión pública, debido a que afectan a quienes se ganan 10 millones de pesos mensuales o se desconocen los derechos adquiridos de los pensionados.

 

No obstante el Petro de la candidatura presidencial es distinto al  Gustavo Petro elegido presidente de los colombianos. El de hoy, es más conciliador, sereno, analizador que demuestra su capacidad de gobernar y llegar a acuerdos para enderezar el país a mejores rumbos de equidad y justicia social.

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