Opinión
Crónica de una corruptela anunciada
Por: Felipe Alejandro González Sabogal
El manto de duda se venía asentando sobre los recursos de la Paz. Después de haberse sembrado grandes expectativas en los municipios priorizados para los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial PDTS (dirigidos a los municipios más golpeados por el conflicto armado) y de los más rimbombantes anuncios de destinación de sendos recursos del Órgano Colegiado de Administración y Decisión - OCAD Paz (órgano que gestiona y administra la plata de regalías para la Paz), la semana pasada el propio exconsejero presidencial para la estabilización y consolidación, Emilio Archila, terminó declarando ante la Fiscalía por el gran escándalo de corrupción que se destapó con estos recursos, el cual podría ascender a un desfalco de hasta $500.000 millones, entregados en coimas a funcionarios del Departamento Nacional de Planeación (DNP), servidores de las administraciones departamentales y municipales, funcionarios de la Contraloría y algunos congresistas.
A estas alturas, ya no nos encontramos frente al plano de la especulación. Los organismos de control como la Procuraduría y la Contraloría hicieron apertura formal de más de 27 investigaciones contra servidores públicos por esta malversación de fondos. La Fiscalía hace lo propio e inicia investigaciones y pesquisas para dar con los responsables. Cabe mencionar que nuestro Departamento desafortunadamente se encuentra involucrado en esa triste realidad de denuncias por corrupción asociadas a rubros de la Paz, que pone el palo en la rueda a la implementación de acuerdos y comprueba lo que veníamos denunciando desde hace meses: en el Tolima se están robando la plata de la Paz.
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Vale la pena plantear con vehemencia los siguientes interrogantes: ¿Quiénes son los responsables en el Tolima por las denuncias de corrupción de los fondos de la Paz?; ¿Cuáles eran los despachos y funcionarios encargados de gestionar y viabilizar las propuestas de proyectos del OCAD Paz?; ¿Cuál es el estado de implementación de recursos de Paz en el Departamento?; ¿Quién defiende los postulados de Paz en el Tolima?... Con seguridad, estas preguntas empezarán a ser de urgente respuesta para los dolientes de estos planes y proyectos, y para las comunidades que esperan las promesas incumplidas de un gobierno mentiroso.
A los PDTS y al OCAD Paz los funcionarios del establecimiento de Duque los venían cubriendo con un manto tecno-burócrata que les facilitaba complejizar la gestión de los recursos, los funcionarios del gobierno saliente los plantean como aspectos a lo sumo técnicos, “que no cualquiera puede entender,” “muy sofisticados y complejos”, por eso ahora parecen dejar claro que el procedimiento para la asignación concreta de recursos de la paz solo lo entiende quien se lo roba. Para colmo de males, en el Tolima el problema no es solo de malversación de los recursos, es político también, prueba fehaciente de ello es que la curul destinada para las víctimas se la tomó el contubernio electoral orquestado por el clan Barreto en el Sur del Departamento, y fue esta la fuerza política otrora enemiga y detractora de la Paz. El mundo al revés…
Lo cierto, es que en medio de la crisis se da una oportunidad propicia para la entrada de un nuevo Gobierno y unos nuevos líderes, que tal vez entiendan la urgencia de construcción de Paz Territorial como presupuesto mínimo para el Desarrollo y acudan a las necesidades del Tolima como un territorio desangrado por el conflicto armado, al que le urge que sus ciudadanos libres participen y se organicen en torno a la gestión, veeduría y proyección de recursos de la Paz.
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