Por Fernando Moreno

*Veedor ciudadano

En una entrevista realizada por el periodista Daniel Franco de La Silla Vacía a María Fernanda Cabal, ella afirmó que es muy difícil hacerse entender por personas que tienen bloques de cemento en la cabeza, queriendo decir que el idiota es el solidario o el generoso, que posee un sentido común, guiado por la empatía y no por el egoísmo. Solo le faltó acudir al refrán de derechas: "Vale más lo Uribe conocido que lo Cepeda por conocer". O, como quien dice en otro refrán: "En tiempos de crisis es mejor no hacer mudanza". Pero el pueblo colombiano ya la hizo, de la derecha a la izquierda, porque las frases expresadas por María Fernanda Cabal son totalmente cobardes y poco prudentes.

Ahora vamos a acudir a China y sus ideogramas para entender el presente que vive Colombia: peligro y oportunidad. Para el mundo chino, el futuro es lo que está detrás y el pasado lo que está por delante. Claro, podemos llegar a pensar así, pero en realidad así no pensamos.

Como no hemos caído del todo en el precipicio y no sentimos el vacío en las espaldas, pues no comprendemos cómo han saqueado el país. Por ejemplo, Reficar y el banco que creó Uribe en Suiza para apropiarse de una empresa estatal a través de un crédito, o cómo se robaron la plata de la pandemia y así poder evitar que los colombianos entraran en pobreza; como para citar tan solo dos ejemplos de corrupción que afectan los bienes públicos y la estabilidad económica de las familias colombianas. Y es que la Colombia de ayer, de hoy, no digamos que la de siempre, la inacción de la sociedad estaba manejada por la fiesta nacional, por la celebración de la conquista, porque Colombia se independizó de España o porque Bolívar hizo la Gran Colombia.

Con la ida del presidente Petro a los países árabes, se abrieron ángulos que estaban en la penuria. Logró abrir vínculos comerciales directos entre asociaciones y cooperativas campesinas para la exportación de café sin la intermediación del monopolio de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. Tal y como lo hicieron los primeros cultivadores de café del municipio de Líbano cuando exportaban directamente a Europa, sacaban sus sacos de café al tren que pasaba por Armero para ser llevados a Barrancabermeja y luego ponerlos en los puertos de la Costa Atlántica.

Petro vio en el tren del pasado, el futuro que está por delante, vio cómo en el pasado los pequeños caficultores colocaban sus granos de café en Europa, dejando entre un baúl los hábitos del modelo neoliberal y el mantenimiento de los monopolios, para darle vía libre a los intereses de las mayorías campesinas que producen el grano de café que pueden vender directamente y sin intermediarios.

Se burlaron de los ‘Petro aguacates’ que hoy están en el mercado internacional; esperamos los memes donde se burlen de los ‘Petro limones’, por ejemplo, o de los ‘Petro cafés’ que ahora se van a poner de moda, por cuenta de los mercados que acaba de abrir el presidente con los países árabes.

María Fernanda Cabal ya tiene claro lo que quiere: obediencia y poco pensamiento sobre los asuntos del país, porque ella es la referente de esa ultraderecha colombiana que quiere dar órdenes al pueblo colombiano; así lo quieren desde el Centro Democrático y también De la Espriella.

La política para la derecha colombiana se basa en jerarquías, razones suficientes para que la Colombia de hoy esté en indisciplina, porque el objetivo del progresismo es buscar la paz inclusiva. Eso se ve reflejado en la gestión del presidente Petro y así quitarnos la dependencia de los EE. UU., construyendo nuevos mercados en Asia.