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Ofelia del Pilar Leal, la cantaora que quiere aflorar el flamenco en Ibagué

Ofelia del Pilar Leal, la cantaora que quiere aflorar el flamenco en Ibagué

En la Ciudad Musical de Colombia caben todos los géneros musicales del mundo. Tangos, rancheras, boleros y rock se mezclan con bambucos, rajaleñas o con canciones de Silva y Villalva. El flamenco, de la mano de Ofelia del Pilar Leal, también trata de meterse por los intersticios de la hibridación cultural.

Ofelia del Pilar Leal, “cantaora” ella misma, quiere hacer florecer el flamenco en Ibagué como lo hacen los Ocobos. Aunque nació en Zipaquirá, vive en Ibagué desde hace siete meses. Dice que el flamenco lo lleva en la sangre, pues tiene ancestros españoles. En su casa, de niña, escuchaba todos los días coplas españolas y pasodobles. Marisol, Sarita Montiel y Lola Flores la enamoraron de la cultura española.

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Después de viajar mucho se estableció en el Tolima porque toda su familia es de aquí. Le llamó la atención no encontrar en la Ciudad Musical un espacio para el flamenco, tan reconocido en el mundo que fue declarado patrimonio de la Humanidad en el año 2010. Entonces decidió abrirle un espacio al género en la ciudad.

Ofelia del Pilar Leal se dedica a hacer montajes artísticos. Con ellos se ha presentado en el Teatro Colón de Bogotá, en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán; en universidades, centros culturales y embajadas. Más de 50 sitios diferentes. También ha llevado su montaje a países como Chile, Venezuela, Ecuador y Argentina.

Dice que trabaja cada día por crear una escuela de flamenco en Ibagué. “Traeremos artistas de afuera porque aquí en Ibagué no hay muchas personas que sepan de flamenco. Queremos formar en el flamenco a los bailarines del Tolima porque este es uno de los bailes más famosos del mundo y porque la música colombiana tiene muchas raíces en la música española”.

“Muchas veces cuando nos presentamos la gente se pone dichosa y preguntan que dónde está la academia para llevar a los niños. Por eso es necesaria la creación de la academia de flamenco en Ibagué”, dice.

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Actualmente Ofelia del Pilar también se dedica a escribir un libro sobre el flamenco. “En el libro que estoy escribiendo muestro cómo el bambuco y el pasillo vienen de la sevillana. Por ejemplo, muestro la relación de los zapatiados llaneros, de las boliadores chilenas y argentinas con la música de España”.

Dice además que los trajes de la cumbia también vienen de España. Cuando las mujeres de la alta sociedad no se querían poner más un traje se los regalaban a sus empleadas y ellas bailaban con ellos y de ahí nacieron los trajes típicos. “El libro se llamará Heredad. Aún está inédito porque es muy difícil publicarlo. Y además siempre le voy y le voy agregando cosas. Es una larga investigación que recopila el aporte cultural entre América y Europa.” Los lazos que unieron a América Latina con Europa estuvieron atados por la cultura: la religión, las costumbres y, sobre todo, por las artes. En esa mezcla está ubicada la ardua investigación que está realizando, calladamente, paso a paso, Ofelia del Pilar.

En las presentaciones reparte cartillas con algunos apartes del libro. Esos resúmenes soportan el espectáculo. “Antes de cada presentación voy entregando las partes más importantes en unas cartillas pequeñas para que la gente se entere, al menos mientras se publica el libro.”

Ella, por encima de todo una cantaora, nunca ha grabado su música. “Nunca me ha interesado grabar un cd o algo parecido. Prefiero hacer presentaciones y seguir en mi libro.”

Tiene dos hijos que son artistas clandestinos. Uno de ellos, el menor, vive en Australia y trabaja como administrador hotelero. En sus tiempos libres se dedica al canto lírico. El mayor es administrador financiero y a veces hace restauración de interiores, además también es pintor. El mayor también es pastor cristiano y, junto con su esposa, trabajan en una fundación enseñando artes y artesanías a personas sin empleo. “Ellos tienen su carrera y de eso viven. En Colombia es muy difícil vivir del arte”, dice.

Sobre la academia dice que espera que pronto reciban apoyo de la Alcaldía o de la Gobernación. “Más aún si se tiene en cuenta que la música española nos trajo la mayoría de nuestros géneros. En la Ciudad Musical de Colombia debería haber esa misma mezcla que hubo en la Conquista: que haya presencia africana, presencia indígena y presencia europea. Algo impresionante puede salir de esa mezcla”, dice Ofelia del Pilar.

“El flamenco es una conjugación de expresiones corporales impresionante. Las personas que bailan sevillanas pueden bailar cualquier género. Es una de las raíces de nuestro baile en Colombia y es necesario estudiar nuestra historia desde el inicio.”

Ofelia del Pilar Leal es una de esas mujeres que luchan por una idea, una expresión o un arte, y lo lleven muy alto a punta de tenacidad. “Tengo 67 años y creo que me voy a morir cantando flamenco. Sueño con ver en el Conservatorio del Tolima una clase de guitarra flamenco, que se abra un espacio en la Ciudad Musical de Colombia para otras músicas, para otros bailes.”

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