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La justicia social depende de nuestros corazones

La justicia social depende de nuestros corazones

La familia Medina es referente en el Cañón de las Hermosas (Chaparral), sur del Tolima, no solo porque fueran de los primeros en ocupar ese territorio a principios del siglo XIX, sino por la constancia y solidaridad con quienes poco a poco los acompañaban en un lugar, donde las montañas llenas de café hacen que el tiempo no exista.

Wilson Medina Arce vive en la vereda La Virginia parte alta, un campesino con más de 65 años que donó a los pobladores el terreno donde están ubicados un polideportivo y el salón comunitario, que construyó la Agencia de Renovación del Territorio, con recursos entregados por el Fondo Colombia en Paz -FCP: dos lugares estratégicos en el Cañón de las Hermosas, con predios planos, de los pocos que se pueden apreciar en medio de la cordillera central. 

Medina expresó a funcionarios del FCP que la justicia social que se expone en el gobierno del presidente Gustavo Petro la entiende como la posibilidad de compartir con los demás lo que se tiene, por eso no dudó en donar parte de sus terrenos para ser usados por todos.  

Esa justicia social basada en la solidaridad se vive en las montañas del sur del Tolima, porque como dijo el presidente Gustavo Petro en un encuentro con estudiantes de la universidad Externado de Colombia: “cuando hablamos de igualdad, estamos hablando de una justicia social que es el eje central de un desarrollo”, que concluyó en otro de sus apartes diciendo “si nos va bien, le irá bien a Colombia”, eso pasa en la vereda La Virginia.

Medina Arce disfruta de la presencia de sus vecinos, sus dos hijos partieron hacia la capital y lo visitan en fechas especiales. Su esposa murió hace ya 8 años, y aunque siente su ausencia todos los días, cree que la sonrisa de los que lo rodean compensa en parte esa soledad. 

“Quiero que me recuerden como lo han hecho con mi papá o mis hermanos, como personas de bien que amamos donde vivimos y queremos, que todos tengan un lugar como este paraíso donde vivo”, porque “ser buenas personas consiste en tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Ni más, ni menos”.

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