El gobernador de Cundinamarca Jorge Emilio Rey no ahorró elogios hacia Juan Guillermo Rubio Vallejo. Esa tarde de viernes 28 de junio en uno de los acostumbrados encuentros con la comunidad, trajo a colación los reconocimientos que Juan Guillermo ha recibido “como uno de los más grandes proanimalistas que tiene Colombia”. Entonces, el gobernador Rey anunció que “Juan Guillermo será nuestro gerente del único instituto de protección animal que existe en el país”.

Y en efecto, el pasado 3 de julio, Juan Guillermo Rubio Vallejo, médico veterinario zootecnista de la Universidad del Tolima, oriundo del municipio de Líbano, asumió el cargo de Gerente del Instituto de Protección y Bienestar Animal, IPYBAC de la Gobernación de Cundinamarca.

Después de graduarse en el Instituto Técnico Industrial ‘Jorge Eliécer Gaitán’, de Líbano, tenía claro que la carrera universitaria que emprendería, había quedado definida hacía rato: sería médico veterinario. La tradición familiar se mantenía.

La dinastía se mantiene

Su abuelo, Luis Alberto Rubio Campos, un recordado fogoso líder cívico, fue médico veterinario, su tío Carlos Arturo Rubio Bejarano, también médico veterinario, al igual que su padre Luis Guillermo Rubio Bejarano, exconcejal de Líbano al igual que su padre. Todos egresados de la Universidad del Tolima, la misma Universidad que mantiene viva la fama de que sus egresados de esta facultad están entre los mejores del país. Para la muestra un botón, Juan Guillermo Rubio Vallejo.

Entre los personajes del año

En diciembre de 2019 el nombre de Juan Guillermo es reconocido por el diario El Espectador como uno de los 10 personajes del año en Colombia debido a su trabajo en la protección y bienestar de los animales de la calle en Bogotá. “El veterinario que rescata los animales callejeros”, tituló El Espectador, en referencia al trabajo desarrollado por Juan Guillermo. Ese mismo año la revista Semana también lo destacó con el premio ´Líderes 2019’.

FOTO FASCIMIL Página El Espectador

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Y no sólo era el cuidado y rescate de los peludos abandonados en las frías calles bogotanas, también la exaltación obedecía a que Juan Guillermo como funcionario de la Alcaldía de Bogotá desde 2012, lideró la creación del primer instituto de protección y bienestar animal distrital y municipal en Colombia, trabajo que inició con la reorganización del centro de zoonosis, en esa labor se destaca el   programa de esterilización C.E.S. Capturar, Esterilizar y Soltar.

Formación determinante

La sensibilidad de Juan Guillermo en torno a los animales está marcada por una familia con profundo arraigo en los valores, donde sus padres, Guillermo Rubio y Doris Vallejo fueron determinantes en su formación.

Lo recuerdan en la escuela ‘Alfonso Jaramillo’ donde curso la primaria, época en la que su apego a su primera mascota, una labrador llamada Raiza, marcó el camino de lo que sería su amor preferencial por los animales, amor que después revalidó con Arnold, otro labrador que se convirtió en su mejor amigo con el que compartió junto a sus compañeros de estudio en el ‘Técnico’, excursiones y campamentos, y con esos compañeros, Juan Guillermo fue fundador de la Asociación para la Protección Animal y el Medio Ambiente,  PROAMA de Líbano.

Por su parte, Juan Guillermo hoy evoca situaciones que marcaron también su derrotero en su sensibilidad y pasión por los animales, como cuando solía acompañar a su mamá Doris, allá en las veredas del Líbano donde ella es profesora o escuchar en la Universidad, cuando le contaban que su padre había sido el creador del primer grupo de Protección y Fauna Silvestre en la Universidad del Tolima.

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Pasión y disciplina

No había cómo esquivar ese amor animalista, lazo que se extiende a su hogar que comparte con Paula Andrea Mendoza, la compañera incondicional, administradora de empresas, también animalista y proteccionista quien trabaja como enlace entre la administración distrital y los diferentes grupos de defensores de animales.

Entonces Juan Guillermo y Paula Andrea se agigantan como una pareja feliz que comparten a diario con sus tres hijas, Manuela, María Paula y Belén, las alegrías que les proporciona la vida de proteger y salvar a los animales callejeros de Bogotá y ahora de Cundinamarca.

Juan Guillermo, sin ninguna duda, por su disciplina, dedicación y pasión con que siente su profesión, hará como gerente del IPYBAC, el primer Instituto Protección y Bienestar Animal del país en Cundinamarca, que él mismo ayudó a crear, un ejemplo que seguramente será acogido en muchos lugares del país. El más seguro del acertado trabajo que cumplirá Juan Guillermo es el propio gobernador Jorge Emilio Rey, quien no dudó un instante en brindarle todo el respaldo, toda la confianza, pues le ha hecho seguimiento permanente de la meritoria trayectoria desarrollada por Juan Guillermo.