Historias

El ibaguereño seleccionado para la Serie de Jóvenes Intérpretes del Banco de la República

El ibaguereño seleccionado para la Serie de Jóvenes Intérpretes  del Banco de la República

Desde 1985 la Serie de los Jóvenes intérpretes es parte importante de la programación musical de la Temporada Nacional de Conciertos del Banco de la República.

Con más de treinta años de trayectoria, esta convocatoria se ha consolidado como una de las grandes plataformas que existen en el país para impulsar la carrera de jóvenes músicos colombianos residentes en Colombia y en el exterior. El concurso cuenta con dos modalidades ‘Jóvenes solistas’ y ‘Agrupaciones’.

En la más reciente selección oficial de los jóvenes que harán parte de la serie de conciertos en 2024, aparece el nombre de un joven ibaguereño, el clarinetista Andrés Felipe Varón. Este talento ibaguereño  fue seleccionado en la categoría de ‘Solistas de Vientos Maderas’ y junto a su grupo 4x4 en la categoría de ‘Agrupaciones de Música de Cámara’.

Para ser seleccionados, los músicos deben presentar un programa de música completamente original, sin arreglos o adaptaciones en las obras, y dentro del programa tienen que incluir obras de compositores latinoamericanos y colombianos, con una duración máxima de una hora. Una vez son aprobados los programas, deben grabar un video de máximo 12 minutos interpretando dos obras contrastantes del programa enviado.

El proceso de preselección dura alrededor de 4 meses. Una vez el jurado da el visto bueno al video, los músicos deber realizar una audición frente a los jurados de manera presencial. Tras la audición se les informa vía correo los resultados y si han sido seleccionados para la Serie de los Jóvenes Intérpretes.

“Para mí saber que me habían elegido fue algo cardíaco. Yo esperaba un no. Hice las cosas muy bien, pero solo toqué un tipo de música, fue una sorpresa. Estaba muy seguro de que había tocado bien, pero no estaba seguro de que la propuesta fuera a ganar”, cuenta Andrés Felipe.

En su segunda participación tras no ser seleccionado el año anterior, Andrés Felipe llegó a la Sala de Conciertos Luis Ángel Arango en Bogotá con la frente en alto y con la confianza de lograrlo esta vez. En su repertorio tenía una obra del compositor colombiano Juan Diego Gómez, docente y compositor de la Universidad Distrital, con quien tenía una gran cercanía, por lo que cuando el jurado le pidió que la tocara, se sintió en su zona de confort. Sin embargo, en medio de la presentación las dudas no faltaron.

Conecté con la música, lo hice muy bien, pero fue un poco incómodo, los jurados solo me pedían un estilo, no me pidieron contrastantes. No sabía si les estaba gustando o no lo que hacía. La audición terminó y yo salí muy confundido. El pianista y yo nos miramos como ¿ahora qué? ¿cómo van a poder poner las propuestas a evaluación cuando no toqué ningún contraste, solo una dinámica de la música?”, relata.

Andrés era consciente de que todos aquellos que llegaban hasta la audición presencial eran grandes músicos, por lo que tenían que demostrar algo más, algo diferente en sus propuestas que fueran capaces de convencer al jurado. Un poco sin creérselo aún, lo logró, y solo lo supo cuando vio su nombre en la lista de seleccionados. “Una compañera que también hizo parte del concurso fue la que me contó, me dijo: Felipe, ganamos y ganamos juntos, mira el documento. Vi mi nombre y estaba completamente sorprendido”.

Cuna ibaguereña

Andrés actualmente vive en Bogotá y tiene 24 años; sin embargo, sus orígenes se remontan a la capital del Tolima. La música apareció en su vida desde preescolar cuando ingresó al Conservatorio de Ibagué Institución Educativa Técnica Musical ’Amina Melendro de Pulecio’.

Al iniciar el bachillerato se inclinó por el clarinete como su instrumento principal, a su vez, conoció al profesor Fernando Chamorro, a quien describe como un gran educador, muy estricto y con buenos consejos. “Él también enseñaba en la Escuela de Música del Conservatorio del Tolima. Nos decía que si nosotros teníamos algún tipo de intención de llevar la música a un nivel profesional teníamos que estar sí o sí en la Escuela de Música porque el espacio del colegio para él era insuficiente”.

El joven músico siguió el consejo de su profesor e ingresó a la Escuela de Música del Conservatorio del Tolima y descubrió un espacio completamente diferente al que tenían en el colegio. Allí tuvo la oportunidad de ofrecer conciertos y hacer parte de un proceso similar al que se lleva a cabo a nivel profesional, incluida la reunión y práctica con un pianista.

“Es algo que agradezco mucho. Tuve ese proceso desde los 12 años y pensaba que era algo normal, pero resulta que no. Cuando llegué a la universidad en 2016 todos mis compañeros estaban haciendo ese proceso inicial junto al piano, yo ya llevaba cinco años de haberlo hecho, entonces yo agradezco mucho las lecciones y los consejos de mi profesor en el colegio. Era un privilegio tocar con un pianista en un espacio profesional como lo es la Sala Alberto Castilla del Conservatorio del Tolima”.

Tras graduarse como bachiller del ‘Amina Melendro de Pulecio’, nuevamente siguió el consejo de su profesor, quien le dijo que la actividad artística y la oferta laboral de Bogotá era difícil de comparar con la de Ibagué, por lo que era mejor que continuara sus estudios en la capital del país.

A pesar de que su plan inicial era estudiar música en la Universidad Nacional, el destino redirigió su camino hasta la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá, en donde para el 2021 recibió el título de Maestro en Artes Musicales, con énfasis en interpretación del clarinete, una decisión que agradece haber tomado y sin la cual quizás no sería quien es ahora.

Artículos Relacionados

Noticias Recientes