Historias
Anzoátegui y los niños del ajedrez
Los casi 20.000 habitantes con sus 36 veredas gozan de tranquilidad, pues atrás quedaron los años aciagos de una cruenta violencia que padecieron con toda la dureza. Allí en Anzoátegui, un municipio a dos mil metros sobre el nivel del mar, con la práctica de un deporte como el ajedrez, hoy 220 niños se preparan para ser los mejores en todo.
El responsable: un enamorado del deporte. Su nombre: Carlos Eduardo Reyes Cardona. Edad: 42 años. Profesión: trabajar para que los niños de Anzoátegui tengan un mejor futuro.
Eso es lo que contra viento y marea ha venido haciendo Carlos Eduardo y que por fortuna ha encontrado personas que han creído en su proyecto y de manera decidida lo han apoyado. En este caso el alcalde actual, Óscar Fernando Tovar. En ese orden, por los resultados alcanzados, Carlos Eduardo tiene la fe y la seguridad que el nuevo alcalde continuará este proceso que ya cumple tres años y donde la ciudadanía de Anzoátegui con sus comerciantes a la cabeza, han resultado decisivos para esta loable iniciativa.
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El deporte, la salvación
Carlos Eduardo es un gomoso del ajedrez, gracias a la práctica de este deporte, se salvó de desviarse del camino. La extrema pobreza de sus padres con sus 11 hermanos lo hubiera podido lanzar al vacío de una vida sin oportunidades, pero esos padres con esa humildad, con ese don de gente buena, le inculcaron a Carlos Eduardo ser una persona de bien.
Recuerda sus primeros años con sus 11 hermanos viviendo en el barrio más pobre de Anzóategui. “Mi padre le pidió a un primo que me recibiera en Ibagué. Ahí cursé el primero y segundo de primaria y me regresé a Anzoátegui. Con mucho esfuerzo terminé el bachillerato, presté el servicio militar, me enamoré de la que hoy es mi esposa, pero recordando la responsabilidad que me enseñaron los padres, tenía que trabajar, estuve 12 años vendiendo empanadas en la calle en un canasto, trabajo del que me siento orgulloso, a punta de empanadas pude construir mi casa, pero no dejaba de practicar ajedrez, me inicié en este deporte desde los 13 años, eso me ayudó a ser más disciplinado, al ver mi dedicación, el alcalde de esa época me nombró coordinador de deportes. Aproveché un curso de ajedrez de la Liga del Tolima y decidí que me dedicaría por completo a enseñarle ajedrez a los niños de Anzoátegui”, cuenta Carlos Eduardo.
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Ajedrez, el deporte ideal
No era fácil promover la práctica de un deporte como el ajedrez, tratándose de un municipio rural, para todos era como un ‘bicho raro’, pero Carlos Eduardo sí estaba convencido que ese era el deporte ideal.
Después del curso que hizo en Ibagué, llegó entusiasmado y lo primero que hizo fue organizar la escuela de ajedrez en su casa, si se puede llamar escuela, inició con cuatro niños, después de un arduo trabajo de convencimiento a los padres, a los 15 días, ya tenía 20 niños. Hoy son 220 niños que Carlos Eduardo capacita en ajedrez, en el municipio se cuenta con 200 tableros, pero Carlos Eduardo no trabaja solo en el casco urbano. Hoy realiza talleres en siete de las 37 veredas que tiene Anzoátegui.
Lo logros a nivel competitivo son mejor de lo esperado. Acaba de participar en Medellín en el X Festival Panamericano de Ajedrez de la Juventud, donde se dieron cita 17 países y allí estuvo el Tolima representado por Anzoátegui con dos deportistas forjados por Carlos Eduardo: Juana Valentina González Velásquez y Jhoan Esteban Mosquera de 17 años. Con Karen Yulieth Ospitia de 15 años alcanzó el campeonato departamental de ajedrez Juegos Supérate Intercolegiados 2019.
Lo cierto es que para el avance logrado en este trabajo fue fundamental contar con un alcalde visionario que le brindó el apoyo a Carlos Eduardo. Lo ideal es que la próxima administración le de continuidad a esta gran obra que adelanta este quijote llamado Carlos Eduardo Reyes.
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