Entrevistas
Alexander Correa, un periodista tolimense que irrumpe como empresario editorial
Alexander Correa Carvajal, reconocido contador público y periodista, se hizo a pulso a los medios radiales de Ibagué, ha publicado varios libros relatando notas e experiencia de su profesión, nos dice que está inmerso en un nuevo proyecto editorial donde como empresario aspira a publicar incontables libros de los diferentes géneros y temáticas. Es un hombre inquieto que vive en la búsqueda de proyectos para calmar la ansiedad y gusto de lectores.
En una entrevista con este portal, el periodista nos cuenta sobre sus futuros objetivos, a la vez que hace un balance crítico del ejercicio de la profesión más bella del mundo al decir de Albert Camus, por parte de algunos comunicadores, incluyendo a su propio hermano Rubén Darío Correa.
Señala que algunos no hacen ningún esfuerzo ni mucho menos tienden a ser creativos como lo impone el oficio, sino que se contentan con tener una agenda común en materia noticiosa, incluyendo hasta grabaciones de la misma persona que repiten en todos los medios. "Trabajan como una manada, más no como personas pensantes y creativas. Reparten los mismos textos, la misma grabación, las mismas fotos, pero nadie se preocupa por hacer su propio trabajo, su propia noticia como se hacía en otros tiempos".
Este juicio crítico es natural en su personalidad y temperamento y en ese tono se desarrolla la conversación sobre diversos temas con este periodista, hoy aspirante a convertirse en empresario editorial.
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ElCronista.co: ¿Quién es Alexander Correa y cómo se proyectó en los medios de comunicación de esta ciudad?
Alexander Correa: Me vinculé a los medios cuando mi hermano era el director de Súper Noticias del Tolima, allí él me llamó para que yo le manejara la contabilidad y la nómina de los empleados, y un día cuando la universidad Cooperativa realizó un congreso de contadores públicos le dije a él que yo podía cubrirle esta noticia, él me autorizó y además me daba cuenta de que en esa época aún se escribían las notas en las llamadas cuartillas y fue cuando comencé apasionarme por el periodismo.
En este momento estoy profesionalizando mi carrera en la Unad, luego de estar 15 años en los medios. He publicado notas en El Tiempo, El Nuevo Día, en el Siete Días, con cinco libros escritos de crónicas e investigaciones, las cuales deleitan a mis lectores, siendo un género que apasiona. Igualmente he pasado por medios radiales y luego con A La Luz Pública desde hace cinco años, en dónde quisimos hacer de ella una propuesta totalmente diferente, con periodismo serio, dónde se respete el idioma y una empresa bien hecha.
Este año presentamos unos proyectos de videos, y soy consciente de que debe ser sostenible y yo como contador sé que hay que tener un presupuesto para que sea sostenible y ahora con la editorial A La Luz Pública estamos apoyando a nuevos escritores, con el fin de arropar a esos talentos. Es preocupante el desempleo en Ibagué y por eso queremos desde nuestro ángulo aportar a las nuevas generaciones, ante la crisis que se evidencia.
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ElCronista.co: ¿Cómo se puede combinar la Contaduría Pública con la comunicación social y el periodismo?
Alexander Correa: Mi madre, que fue docente, me enseñó a leer desde niño, mis hermanos y yo siempre tuvimos el gusto por la lectura porque en la casa hay una biblioteca, nunca fue impuesta la lectura sino porque siempre nos ha apasionado esto. A mí siempre me gustó y tuve ese insumo básico y recordemos que Juan Gossain es Contador público, con ello no quiero hacer alarde de mi trayectoria.
Sé que para mí está al alcance ser un periodista y se pueden hacer cosas realizables y una de mis críticas constructivas es que ya no se consiguen profesionales autodidactas, debemos haber pasado por la academia y pongo como ejemplo a Woody Allen, quien se hizo a pulso, los seres humanos no debemos ser conformistas sino generar ideas y escribir.
ElCronista.co: Usted ha escrito cinco libros, ¿nos puede contar cuál es el estilo periodístico que ha impuesto en ellos?
Alexander Correa: Empezamos en el 2010, con el libro “Joaquín Aldana: culpable o inocente”. Desde el punto de vista los periodistas no podíamos condenarlo por lo que allí se mostraron los hechos, el mismo se basó en crónicas que yo hacía y que iba a cubrir con otros colegas en el palacio de Justicia.
Se juntaron, se editaron, se buscaron más fotos y anexos de la Fiscalía, no se basó en lo que se decían en las ruedas de prensa, para mí no se trata de ir y ponerle la grabadora al personaje como muchos de ellos hoy en día lo hacen, sino hay que investigar y sacar lo que nadie tiene.
Este fue un libro de errores, pero nos enseñó que había que mejorar para la siguiente publicación en la forma de escribir, una colega me dijo que el lenguaje judicial no se puede traspasar al lenguaje de un libro, ya que es muy árido, pues se trata de embellecer el lenguaje a manera de crónica. El segundo libro fue ”Es la historia de nuestra muerte amén”, agotado, el cual aún nos lo piden, la tercera publicación fue “Algunas Sombras”, basado en historias y anécdotas de periodistas del Tolima e Ibagué contado en primera persona, fue una guía para los estudiantes de Periodismo, el cuarto libro fue “La biografía no autorizada de Eduardo Restrepo Victoria” conocido como el” Socio”, con este libro demoré un año en escribirlo porque pensé siempre en hacerlo inédito y finalmente el quinto “Los cinco años de A La Luz pública, un compendio de crónicas e historias de quienes han pasado por esta página.
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ElCronista.co: ¿Qué proyectos vienen con su editorial y con sus estudios?
Alexander Correa: Quiero mucho Ibagué, pero quiero incursionar en la ciudad de Medellín porque es innovadora y por la mentalidad de la gente, voy a hacer una maestría en la Universidad Nacional y llevar nuestras actividades laborales tanto periodísticas como la contable y ponernos otras metas.
ElCronista.co: ¿Qué va a pasar con la página A la luz pública?
Alexander Correa: A la Luz Pública sigue. Por fortuna el equipo de periodistas con los que yo trabajo, son profesionales y tenemos confianza de crecimiento mutuo, y algunos son socios, vamos a seguir innovando y proponiendo cosas. No me entristece si una nota tiene uno o dos me gusta, no me importa si se viralizaron los videos. Para mí es lo mismo porque no soy de los que pago, además en mi propuesta publicitaria indico que mi página no compra seguidores, porque garantiza que llega a todos.
ElCronista.co: ¿Pero A la Luz Pública se va para Medellín?
Alexander Correa: Queremos que incursione en esa ciudad, no queremos fundar otra página, pues está consolidada y ha recogido distinciones por parte de la Universidad Cooperativa y de otras como Uniminuto.
ElCronista.co: Su hermano Rubén Darío Correa aspiraría a la alcaldía de Ibagué, ¿cómo ve usted y su familia las intenciones de él?
Alexander Correa: Es un tema que no hay que tomarlo a la ligera y para pensarlo mucho, nosotros no somos políticos, en la política todos sabemos lo que acurre pues acaban de enviar a la cárcel al alcalde de Armenia y el ex alcalde de Ibagué está preso, eso es muy complicado. Yo pienso que Rubén en el sitio en que está, y con la trayectoria profesional que ha demostrado ha hecho cosas interesantes. Él puede seguir haciendo cosas por las comunidades desde la emisora, construyendo una labor social y ahora que está empeñado con la propuesta de la ejecución de los escenarios deportivos. Rubén debe seguir en la emisora o desde su página web. Él no necesita estar en la alcaldía, dado que Ibagué es una ciudad muy complicada, donde se mueven muchos intereses.
Hay que saber cuáles son las cualidades de cada uno y no se puede ir a una situación incierta como es la de ser alcalde de esta ciudad y lo que hay que transar allí. Rubén y yo hacemos algunas obras sociales, pero no me gusta decirlas en las redes, pues eso no se debe contar.
ElCronista.co: ¿Cómo ve las nuevas generaciones de periodistas y los noticieros de radio específicamente?
Alexander Correa: La tecnología ha ayudado mucho, pero nos ha vuelto muy cómodos y perezosos, lo digo porque yo cubría judicial de manera presencial, ahora con esos grupos de WhatsApp cuando hay un hecho, cualquier persona toma la foto y hace la entrevista, sin que el periodista vaya al sitio de los acontecimientos, igualmente escuchamos el mismo audio en todas las emisoras, hay homogeneidad y hay crisis en la creatividad porque lo vemos también en medios impresos. La radio necesita innovarse, hay que hacer un remezón en el manejo. Además, se le debe pagar bien a los periodistas. Hay crónicas que se demoran en elaborar dos meses, lo importante es escribir bien y suprimir los adjetivos que se hicieron para no utilizarse como lo decía Vargas Llosa.
El cambio va de adentro hacia afuera, pero quienes dirigen los medios no hacen esos cambios entonces no estamos en nada. Además, las rivalidades entre los directores no dejan hacer cosas positivas. Cada medio debe mirar cuáles son sus fortalezas. Además, el Twitter desplazó las ruedas de prensa.
El periodista debe hacer la diferencia, andar solo e investigar. No debe andar en manada.
ElCronista.co: Algunos de las nuevas generaciones no están escribiendo para radio, memorizan y no hacen las llamadas cuartillas, ¿cuál es su opinión?
Alexander Correa: Ahora algunos periodistas llegan faltando cinco minutos para iniciar los noticieros, se sientan a improvisar además se está escribiendo a posteriori para las páginas web, por lo tanto, el lenguaje radial no se puede traspasar a las páginas web. Semana impresa no es la misma Semana.com porque tienen un periodista en cada departamento. No estamos equivocando porque no es la misma audiencia que nos lee a la que nos escucha.
Debemos aportar y trabajar muchos nos critican, pero es muy fácil hablar y destruir, por lo tanto, debe haber una reflexión interna, la realidad es cruda porque hay mucha inseguridad, generando mentalidad hay que llevar una reflexión positiva sin lastimar el idioma, el periodista tiene una labor social debe generar motivación y aquí en Ibagué hay gente interesante.
El cáncer de la envidia, el odio que se escucha en los discursos públicos es grande esto debe modificarse para avanzar, dejando a un lado los rencores.
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