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Óscar Barreto y las noticias falsas

Óscar Barreto y las noticias falsas

El exgobernador del Tolima y jefe político mayoritario del departamento, Óscar Barreto Quiroga, en su columna de los domingos de El Nuevo Día, plantea un problema medular que se presenta en la información con el auge de las redes sociales, y que toca con la honra y el buen nombre de las personas. 

En efecto, en su columna titulada "Las falsas noticias. una nueva forma de lucha", el exgobernante pone sobre el tapete un tema que nos atañe a todos los ciudadanos, especialmente a quienes hemos estado vinculados a medios de comunicación y, que, de una u otra forma, hemos tenido responsabilidades en la formación de opinión. 

Si bien es cierto, la Constitución Política de Colombia y la legislación sobre la libertad de prensa nos garantiza libertades para expresar nuestro pensamiento, especialmente en el periodismo de opinión, también lo es, que esta profesión la debemos ejercer bajo reglas mínimas de respeto, responsabilidad, y sobre todo ceñidos a la verdad. 

La libertad de prensa no nos da patente de corso para atentar contra la dignidad de las personas y sus familias; mucho menos podemos utilizar la amplitud que nos ofrece las redes sociales para calumniar, mentir y vilipendiar. Nada justifica atentar contra la integridad ética y moral de ningún ciudadano.

De verdad, esta libertad sin control que nos dan las redes sociales para publicar, se ha tomado como arma innoble para vomitar todo tipo de improperios contra adversarios políticos, enemigos personales y malquerientes, utilizando el anonimato, los perfiles falsos o seudónimos para esconder la verdadera identidad de quien lanza los viles ataques. 

Además de cobarde esta actitud, de esconder el nombre para decir las cosas, es de baja estofa escribir o lanzar ataques escondidos en una madriguera. Debemos tener el suficiente valor y carácter para defender lo que decimos y demostrar con pruebas lo que afirmamos.

 En el periodismo no es dado ni ética ni moralmente destruir la dignidad de las personas, que con esfuerzo y trabajo a través de tantos años han levantado. 

Razón tiene el dirigente conservador en citar a Goebbels, el padre de la propaganda negra, al señalar que: "(...) nada bueno queda de una mentira que corre y corre, dando razón a alguno de los ítems de la teoría de comunicación de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich, quien definió a la perfección el objetivo de las fake news: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.

Lamentablemente la Internet, un instrumento que revolucionó y democratizó la información, hoy, en cierto modo e irracionalmente, se ha convertido en una alcantarilla por donde desaguan odios, rencores, pasiones, animadversiones y lo más putrefacto e inconfesable de la sociedad.   
  
En este sentido, la cantidad de basura que circula por las redes debe tener algún control, ningún fulano tiene propiedad sobre la moral, ética y conducta de las personas. 
Por eso, pese a que hayamos tenido o tengamos  diferencias superficiales o profundas, con el dirigente conservador Óscar Barreto, debemos decir que en esta oportunidad, estamos de acuerdo con su propuesta de establecer una legislación que regule este tipo de información falsa, irresponsable, calumniosa y perversa de las redes sociales. 

Quienes de alguna manera utilizamos las redes y trabajamos en ellas a través de portales como El Cronista.co, tenemos el deber de combatir las fake news (falsas noticias). No podemos quedarnos callados ante hechos tan lamentables que enlodan la labor más bella del mundo como definía el periodismo, Albert Camus. 

El compromiso de luchar contra la falsa información, debe de ser una norma sin capitulaciones si queremos depurar nuestra misión como emisores de mensajes ciertos, creíbles y verdaderos. 

En estas condiciones, nos encontramos de acuerdo con Barreto cuando en el párrafo final de su escrito afirma: "Urge legislar sobre la utilización de las redes sociales, para defender la verdad y la integridad de las personas, para no seguir teniendo homicidas de la moral, la legalidad y la verdad, escondidos cobardemente en anónimos, necesitamos una prensa libre, que luche contra la mentira con la verdad, necesitamos usar la virtualidad para construir y no para destruir".

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