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AcuaRicaurte: símbolo de gestión popular y desarrollo económico
Planta de tratamiento de AcuaRicaurte en el sur de Ibagué.
Poco se habla en Ibagué sobre la importancia de los acueductos comunitarios. La figura de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) termina por eclipsar a los más de 30 acueductos comunitarios que llevan agua potable a una gran cantidad de ibaguereños.
Entre ellos se destaca uno de los más populares, AcuaRicaurte, que lleva agua a barrios de las comunas 12 y 13 desde hace más de 60 años. Lo que empezó como un sueño de un grupo de vecinos, en la actualidad surte del líquido vital a seis barrios, 1.280 suscriptores o más de 6.000 personas.
“Este acueducto nace de la problemática que tenían en su momento por encontrarse marginados del resto de la ciudad. La comunidad se tuvo que reunir a trabajar juntos para sacar adelante este proyecto. Se reunió un grupo de personas del sector, instalaron una tubería y empezaron a sacarle provecho a la quebrada El Tejar”, cuenta Camilo Mahecha, administrador de AcuaRicaurte.
Su fundación oficial data de 1962. Sin embargo, desde unos 10 años antes los primeros colonos de las comunas 12 y 13 empezaron con lo que después se conocería como AcuaRicaurte. “Fue una iniciativa 100 % comunitaria, que surgió de la organización popular”, remarca Camilo.
A partir de 1962 la comunidad del barrio Ricaurte creó su propio acueducto a través de la Junta de Acción Comunal. Luego vino el registro ante la Superintendencia de Servicios Públicos, la concesión legal para captar de la quebrada El Tejar, el permiso de la CREG y la construcción paulatina de la planta de tratamiento.
“Se empiezan a construir las estructuras para todas las etapas del tratamiento, empieza la aplicación de químicos coagulantes y desinfectantes, lo que permite agua aceptable para el consumo humano”, asegura.
La joya de la corona en el perímetro de AcuaRicaurte es precisamente el barrio Ricaurte, en sus partes alta y baja. Sin duda se trata del barrio más tradicional en el sur de Ibagué, que tuvo como eje de desarrollo en las últimas décadas a su propio acueducto comunitario.
“En el sur tenemos una alta zona comercial, que al tener garantizado el recurso del agua, permite que esta zona de la ciudad empiece a expandirse hasta tener lo que conocemos hoy. Se crearon zonas económicas y residenciales hasta crear un asentamiento importante”, destaca Camilo.
La planta de tratamiento de AcuaRicaurte se encuentra muy cerca al Parque de Los Osos, en la salida hacia Cajamarca o Coello Cocora. Allí captan el agua de la quebrada El Tejar y tratan el líquido que consumen más de 6.000 ibaguereños.
“Somos un acueducto ejemplo en la reposición de redes. Se ha hecho el cambio o reposición de más de un kilómetro de red que contaba con más de 60 años. Somos pioneros en esto dentro de los acueductos comunitarios”, apunta.
Llama la atención el constante crecimiento de AcuaRicaurte. Solo les falta la instalación de los filtros que serían el último paso para ofrecer agua de muy alta calidad. “Somos conscientes que este último proceso nos falta para combatir la turbiedad que es el ítem que más nos afecta, especialmente en época invernal. No queremos depender del clima”, reconoce el administrador.
AcuaRicaurte también destaca por ser el único acueducto comunitario de Ibagué del cual se tiene conocimiento que todavía pertenece a su Junta de Acción Comunal. “Los demás funcionan como asociaciones independientes. Este es un caso muy exitoso que ha logrado sostenerse entre la Junta, la comisión empresarial y el acueducto comunitario. Nuestro lema es ‘Avanzando juntos’, porque sabemos que, si todos vamos hacia el mismo lado, vamos a tener grandes avances”, acota.
En ese sentido, AcuaRicaurte es referente de organización popular, precisamente en el contexto de un Gobierno Nacional que busca impulsar este tipo de iniciativas para llevar desarrollo a las regiones más apartadas o marginadas.
“Solo falta mayor sentido de pertenencia por los acueductos complementarios. Nosotros queremos ser pioneros en la promoción del acueducto a través de redes sociales para que la gente lo conozca y lo sienta más cercano, más suyo”, sentencia.
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¿Qué pasará ahora que llega el Acueducto Complementario?
Se supone que en las próximas semanas deberían por fin inaugurar el Acueducto Complementario de Ibagué, esperado por más de 20 años. Surge entonces la duda sobre el futuro de los acueductos comunitarios que se podrían ver relegados por la puesta en marcha de este proyecto.
“Los acueductos comunitarios van a seguir funcionando con normalidad. Lo único que va a cambiar es que ahora el IBAL podrá vendernos agua ‘en bloque’ a los acueductos complementarios. Antes que una amenaza, lo vemos como un respaldo, especialmente en época de mucha turbiedad”, expresa Camilo.
El Acueducto Complementario ha sido considerado por muchos como el peor elefante blanco en la historia de Ibagué. Ha sido la eterna promesa de todas las administraciones, sin que ninguna logre terminarlo. Entretanto, los acueductos comunitarios han sostenido sobre sus hombros la responsabilidad de llevar agua a los sectores donde la administración central nunca pudo.
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