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‘Solo noticias positivas’

‘Solo noticias positivas’

De acuerdo con lo anunciado por sus promotores, 'Noticias positivas por Ibagué', tendrá el estreno este 7 de agosto.

No se trata por supuesto de una propuesta novedosa, pero desde luego es taquillera. Todo, porque hay un imaginario colectivo que terminó por creer que esta forma de hacer periodismo es la que necesita el país.

El argumento de que las noticias cargadas de hechos de violencia y escándalos de corrupción, siembran una mayor desazón en la gente, y que por ello la sociedad necesita desintoxicarse de ese sartal diario de noticias ‘negativas’, a todas luces no es convincente.

Estoy seguro, que quienes impulsan la iniciativa de ‘Noticias positivas por Ibagué’ no la basan en la premisa que esgrimo, aunque debo confesar que sí me generó un alto grado de suspicacia el escrito de la convocatoria de mi amigo Germán Sánchez, uno de los mayores entusiastas de este evento. Dentro de su texto, me llamó la atención, en especial, el siguiente párrafo: “…valen la pena ser juntadas para exaltar nuestra humanidad e inmensidad muchas veces opacada por el destello y la altisonancia innecesarias”, es decir, observo un mensaje perentorio de una opinión donde refleja que con altisonancia innecesarias”, es que se opacan las noticias positivas. Ni más ni menos. Por eso, particularmente, me ubico en la línea crítica de esta práctica periodística de ‘solo noticias positivas’.

Sin ambages, pienso que esa oleada de querer imponer ese estilo de ‘solo noticias positivas, contribuye a minar la importancia y protagonismo de la columna vertebral clave en el periodismo de hoy, que es la investigación y la denuncia. Por eso hay que evitar que se deslegitime ese periodismo. ¡Qué más quisieran los corruptos!.

Insisto, en que hago ingentes esfuerzos por impregnarme de comprensión para poder entender los nobles propósitos que persigue este ejercicio de ‘solo noticias positivas’. Pero me producen grandes y sentidos temores las arenas movedizas que se despertarían alrededor de esta iniciativa, pues se corre el riesgo de ser capitalizada por aquellos que ven con furia y odio el periodismo que a diario los arrincona y los incomoda y los desnuda y los pone en evidencia.

Los corruptos y burócratas ineficientes que tienen como afición abusar de los cargos, o los gobernantes y altos funcionarios públicos que se ofuscan porque se hacen denuncias que tocan sus intereses, todos ellos al unísono serán los primeros en salir a aplaudir este tipo de iniciativas de ‘solo noticias positivas’. Ya puede uno imaginar sus pregones de júbilo: “necesitamos un periodismo que solo nos cuente las cosas buenas, estamos cansados de tantos escándalos, de tanta noticia negativa, aquí hay que construir y ese periodismo amarillista lo que hace es destruir, por eso Ibagué no progresa, por eso el Tolima se consume en el atraso, necesitamos que las noticias siempre sean positivas”.

Con esto pasa lo mismo que está ocurriendo con la perorata en que se convirtió el “por favor no polarice, el país requiere unión’. Es decir, llegamos al colmo de que no se puede denunciar, porque se termina en la guillotina de polarizador y enemigo del país, del Tolima y de Ibagué y de quien sabe qué cosas más. Y mientras tanto la corrupción campea feliz.

Por supuesto, si en Colombia no existieran los abrumadores casos de ilegalidad, corrupción e ineficiencia estatal, hoy desbordados, pues las noticias positivas serían un hervidero natural. No hay que perder de vista que no estamos en ‘Dinamarca sino en Cundinamarca’.  Por ello, no existe otra salida que entrar en defensa de ese periodismo valeroso, hoy representado en un Daniel Coronell, un Gonzalo Guillén o una Cecilia Orozco, entre otros pocos.

Por ejemplo, si no hubiera sido por ese periodismo de denuncia de Daniel Coronell, seguramente el honorable senador Pulgar seguiría en su tarea de sobornar jueces. Es que se ofuscan por todo, no permiten, no quieren que se diga absolutamente nada. Para la muestra un botón: el malestar expresado por algunos miembros directivos de la UT ante el informe que este portal, El Cronista.co publicó hace unos días sobre hechos de acoso sexual presentados al interior de esta institución

Medio que se respete está para abordar, sin cortapisas, todos los temas, desde luego dentro del marco de la responsabilidad. Hay medios que se dedican a producir solo noticias positivas y en eso se especializan y es respetable. Lo que sí no es de buen recibo es que se conviertan en lavadores de imagen de funcionarios corruptos.   

Noticias ‘positivas’ salen todos los días, y salen porque deben salir, porque son noticia. En este portal de El Cronista.co en el poco tiempo que lleva de existencia he leído muchas de ellas, la siguiente es una pequeña muestra: “Nelson Romero, el poeta grande del Tolima”. “El mejor pan del país se produce en el Tolima”. “Homenaje a Jorge Humberto Jiménez, Canta un Pijao”. “Eduardo Andrés Sandoval, un libanense que se destaca en México”. “Anzoátegui y los niños del ajedrez”. “Falan, es el turismo”. “Villa Lore: la gran apuesta por Murillo”. “Toche, santuario de aves y fauna para el mundo”.  “La Go- Gó, el mejor pan de Ibagué”. “El tolimense con aroma de café”. ¿“Los tolimenses de lujo, egresados de la UN”. “Quiero ser ministra de Educación”. “Los trenzadores de sueños, sabiduría ancestral”. “El Gorrión Olivaceus declarado ave emblemática de Planadas”. “Estudiantes de Unibagué recibieron matrícula de honor”

La crítica no es contra la propuesta, es contra lo que implícitamente se desprende de ella.

 

*Autor del libro ‘Las claves de los buenos alcaldes’

* Exjefe de redacción de Tolima 7 días

 

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