En los últimos días he visto cómo a través de distintos portales web de noticias con páginas creadas en Facebook, se han dedicado a volver noticia situaciones normales de la vida e incluso han desdibujado el buen nombre y la honra que una persona podía tener en esta ciudad; he visto cómo han arremetido en contra de personas específicas sin censura ni responsabilidad. 

Hago alusión a este tema, porque parece que en el afán por hacer viral un portal o crecer en seguidores e incluso al parecer por asuntos políticos, hay noticias que solo llevan al odio, la violencia y la desidia contra algunas personas, sin mediar consecuencias. 

La Corte Constitucional, en distintas sentencias no solo ha limitado cierto tipo de publicaciones en Facebook, sino que, además se ha referido a la libertad de prensa y libertad de expresión, como un derecho fundamental que tiene unas limitaciones o restricciones. 

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En sentencia T-550 de 2012 la Corte Constitucional precisó: “la libertad de expresión se aplica en Internet del mismo modo que en otros medios de comunicación, concluyéndose que las redes sociales no pueden garantizar un lugar para la difamación, el denuesto, la grosería, la falta de decoro y la descalificación”, como sucede en muchos casos de la realidad. 

Es decir, que si bien es cierto, usted como ciudadano cuenta con todas las garantías constitucionales para expresar su opinión e incluso si un portal web quiere hacer públicas denuncias anónimas o expresar su propia opinión, podrá hacerlo, guardando respeto por los derechos de los demás y esto incluye que sus afirmaciones deberán ser veraces e imparciales y no hagan incurrir en error al lector, para no afectar los derechos a la honra, al buen nombre, a la intimidad, buena imagen y a la vida digna de quienes se hable en la noticia o de quién se esté expresando una opinión.

Casos como los de la jueza de Sesquilé (Cundinamarca), Gloria Patricia Mayorga y Jesús Ricardo Sandoval Cote, han llevado a la corte, a restringir el uso de Facebook y sus publicaciones indiscriminadas, teniendo en cuenta que es un medio masivo de comunicación.

En la actualidad, según el portal HootSuite, se estima que Facebok cuenta con 2.5 millones de usuarios mensuales y que “1.95 millones de esos usuarios pueden ser alcanzados a través de anuncios (esto representa el 32% de todas las personas del mundo que sean mayores de 13 años)” , lo cual demuestra que efectivamente lo que se publique en Facebook, sin lugar a duda informará o desinformará a quienes vean anuncios, artículos, noticias, entre otros.

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Desafortunadamente, al navegar por internet, se encuentran millones de noticias donde muchas personas hacen comentarios soeces, violentos y que atentan contra la integridad moral de las personas, se ha perdido el respeto pensando que son leves por estar en la web, pero no es así, dentro de los medios de protección existe la denuncia penal por injuria y calumnia, la vía civil para reclamar por un daño y perjuicio y la Tutela.

De igual manera, habrá que tener cuidado con lo que se trine a través de Twitter y las publicaciones que se hagan a través de YouTube e Instagram, pues si bien estas plataformas están abiertas a que los mismos usuarios realicen denuncias por “contenido inapropiado”, ellas no controlan qué se publica y qué no y el autor de la cuenta desde donde se publique también tendrá que verificar la no violación de derechos de un tercero, pues podrá ser objeto de demandas.

Es tan grande la Web y tan poca la responsabilidad que asumen muchos ciudadanos, que habrá que velar por esa función social que cada portal ha adquirido al hacer periodismo, aunque no ostente dicha profesión quien publique deberá ser imparcial y veraz en la información, responsable de lo que se asegura y además velar porque efectivamente el ciudadano aprenda o se informe como debe ser.