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Llegó el momento de “crear o morir” como dice Andrés oppenheimer
En nuestra ciudad, actualmente los índices de desempleo superan el 31,7 %, siendo la segunda ciudad con mayor desempleo en el país según el informe de mayo de 2020 del DANE. Y ni hablar del elevado índice de desempleo juvenil el cual se registró en 44.2%, siendo uno de los más altos del país.
La realidad es desalentadora, ahora el problema no solamente es económico, sino además de carácter psicológico, tenemos una generación de jóvenes que sin duda alguna se perderán de muchos momentos típicos en la vida de cualquier ser humano: la graduación del colegio o de la universidad, la excursión de once, el famoso baile grupal de fin de año, las nuevas amistadas, el ser “primíparo” en la Universidad, entre muchos otros momentos que solo son posibles fuera de casa y con amigos de su edad y de su entorno académico o social, que con la pandemia cada día se ven más lejanos de cumplir.
Según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, se calcula que al menos en nuestro país este semestre entrante serán alrededor de 800.000 estudiantes los que no podrán acceder a la Educación Superior y no precisamente por falta de interés, la repercusión del desempleo en jóvenes y adultos es no tener el dinero para pagar su propia educación o la de sus hijos, para muchas familias la situación se convirtió en: “o estudias o comes.”
Ha llegado el momento, de crear o morir, el virus nos ha llevado a que la principal salida debe ser la innovación, la ciencia y la tecnología, las empresas de internet deberán innovar y re inventarse para que en cada rincón del mundo haya conexión y ni hablar de nuestros gobiernos que tendrán que trabajar con mayor ímpetu para que se garantice no solo el acceso a internet sino las mediaciones tecnológicas necesarias y la educación pertinente para poderlas manejar, no imagino ¿cómo hacen nuestros niños de zona rural para educarse tecnológicamente, si sus padres a penas alcanzaron quinto de primaria y en muchos casos no saben ni leer ni escribir?
Pero para que todo esto se dé, es necesario que nuestra economía se mueva, que la tasa de desempleo disminuya tanto en jóvenes como en adultos, nuestra ciudad lo necesita y lo más importante es saber que debemos re inventarnos, tanto en nuestras profesiones como quienes dependían plenamente de un negocio, las prioridades cambiaron y así mismo nuestra economía lo hizo también.
Según la Comisión América Latina y el Caribe (Cepal), en Colombia serán 140.000 empresas formales las que podrían cerrar definitivamente, tal como lo dijo para el periódico El Tiempo el pasado 4 de julio de 2020 y por otro lado, según el DANE, para abril “el 40,5 por ciento de las compañías de los sectores de comercio, industria manufacturera y servicios operó de manera parcial, mientras que solo el 31,4 por ciento tuvo normalidad, y el 28,2 por ciento registró cierre temporal.”
Los sectores más golpeados han sido el turismo, el comercio en general, las licorelas, el área rural, entre otros.
¿Cuál es la solución? Es necesario re inventarnos, apropiar la tecnología y transformar nuestros negocios adecuándolos a las necesidades actuales y a las posibilidades de acceso de nuestros clientes; el turismo tendrá que transformarse al menos por un tiempo, ya no podrá ser la principal fuente de ingresos de los municipios, pero habrá que planearlo porque siempre será una excelente fuente de recursos.
Llegó la hora de crear o morir, porque los tiempos venideros no son fáciles y tendremos que cambiar y transformarnos para no morir en el intento.
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