El tema económico necesariamente ha tenido, tiene y tendrá al mundo asumiendo decisiones sobre como buscar las salidas para lograr frenar la caída de sus indicadores, posteriormente lograr estabilizarlos y por último reactivarlos para iniciar su recuperación. Tarea que, en términos de tiempo, nos dicen quienes estudian el tema, será durante muchos y sufridos meses o mejor, años.

El Tolima y su ciudad capital Ibagué como ya es suficientemente conocido, su situación económica y social no es nada satisfactoria. Con indicadores de desempleo y cierre de empresas muy significativas, implica la toma de decisiones acertadas para buscar frenar el descenso en barrena que traemos.

Recientemente el gobierno departamental presentó ante la Asamblea el -Plan de reactivación económica-.   Iniciativa que se le abona al Gobernador Orozco, por cuanto por difícil que pueda ser la situación, es fundamental construir consensos en escenarios deliberativos para buscar salidas alrededor de la problemática y necesidades de la población.

La propuesta de reactivación del Gobernador Orozco está estimada en 20.000 millones de pesos.

Aportes gobierno Departamental, 4.873 millones. Regalías, 2.000 millones y 14.000 millones Bancoldex, en convenio con la Gobernación para apalancar créditos a pequeños empresarios 

Si revisamos la cifra del presupuesto aprobado para el Gobierno Departamental es cercano al billón de pesos, 930.000 millones, aproximadamente. Razón tienen algunos diputados al reclamar en el rubro de solo 4.873 millones para un plan de reactivación, por parte de la Gobernación,  que significa un  menor compromiso con cifra tan limitada,  frente a tamaña responsabilidad de apoyo  para unos sectores económicos que sin la ayuda  decidida  de los gobiernos nunca podrán volver  a sus labores. Con estos recursos, se está lejos en conseguir resultados en reactivación.

Puede leer: In - Seguridad

 Recientemente el Secretario General de la ONU plantea la necesidad de subsidios a pequeños negocios o microempresas, como salvación para evitar su desaparición en los mercados. Qué bien lo haría el Gobernador si reflexionara sobre este requerimiento y apropiara un presupuesto más amplio para facilitar su reincorporación a la vida productiva. La gran mayoría requieren solo de un pequeño capital de trabajo para reiniciar labores.

Por los lados de la alcaldía de Ibagué estamos en una circunstancia muy similar, los medios anuncian,  -no conozco el documento-    que a través de Infibagué se dispuso de 570 millones para prestarle a pequeños negocios, como tenderos, vendedores de las plazas, es decir al sector informal, entendemos, con cupos de crédito desde 500.000 y hasta 8.779.000 pesos, exigiendo algunos requisitos mínimos.

Buena iniciativa tiene el alcalde de Ibagué, como la gerente del Infibagué, pero frente a la problemática que tiene la ciudad de cierre de negocios, la alta tasa de desempleo y sumado el grado de informalidad, la pregunta es, con 570 millones si se evita que el gota a gota desaparezca como lo expone la gerente del Instituto como la fuente de crédito para muchos microempresarios y la informalidad. Claro que no.

En un contexto económico no podemos olvidar que frente a alteraciones imprevistas -como la pandemia-que atentan contra la dinámica económica que, entre otras, ya tenía un malestar bastante pronunciado, es necesario disponer de opciones de política económica y mecanismos institucionales de Gobernación y Alcaldía para dar una orientación seria, creíble y   evitar la debacle en la pérdida de empresas y el poco empleo con que cuentan nuestros municipios y su capital Ibagué.

Para concluir, diciendo que no solo bastan las buenas intenciones, si no están acompañadas de un buen presupuesto para hacerlas realidad.