Columnistas
Ibagué en flor y los árboles patrimoniales
Por Víctor Sánchez
*Gestor cultural
En este lugar donde habitan más de sesenta árboles patrimoniales registrados en un inventario orientado por Andrés Duque y otros cuidadores y activistas ambientales, quizá con la esperanza de que los urbanistas suelten la motosierra y no hagan leña con el arbolado urbano, como está pasando con las talas autorizadas por Cortolima, un grupo de poetas de la ciudad se dieron cita para lanzar versos al aire y rogar por el fin del ecocidio.
Los primeros seres vivos del universo fueron los árboles, después llegaron los poetas. El Encuentro NacionaL Ibagué en Flor nació como tributo a las especies que dan su cosecha de flores en los meses de marzo y de septiembre, la Alcaldesa de la época, Carmen Inés Cruz para el cumpleaños 450 de fundación de Ibagué decretó al ocobo como árbol insignia municipal.
En ese año 2000, con Benhur Sánchez Suárez, desde la biblioteca Darío Echandía y la Dirección de Cultura Municipal desde la biblioteca Soledad Rengifo, celebramos el primer encuentro con diez escritores y escritoras nacionales; al año siguiente la recordada profesora Eda Isabel García continuó, hasta que estuvo con vida, el Festival de los Ocobos.
Para no molestar a la profesora en el año cinco de este siglo, volvimos a convocar a poetas y narradores del país, a nombre de Ibagué en Flor, con la idea de motivar a la comunidad a imitar los ocobos y también a rendir tributo a la ciudad con versos y lecturas a cielo abierto en bibliotecas, universidades, colegios, plazas, parques y sitios insospechados como la plaza de mercado de El Jardín, el Batallón Jaime Rook, o un bar de rock; en lo que el poeta Álvaro Miranda llamó una romería para llevar en andas la poesía, por más de cincuenta lugares con la consigna: Mientras más leo, más veo.
- Puede leer: Cuando los cafetales eran como un supermercado
Al imitar la instalación de poemas al Palo de Mango - que fue sustituido después de 145 años - escritos por Carlos Castillo; se llenó con cien poemas la peatonal carrera tercera con un Paseo Poético seleccionado por José Antonio Vergel y Cecilia Rojas Cárdenas; al que un comentarista de prensa de aquellos días registró como una tarea que despierta la admiración y sensibilidad de quien los lee. El Alcalde Rubén Darío Rodríguez, nos apoyó y autorizó a dejar los poemas colgados de los postes de las luminarias de la tercera hasta octubre, para el cumpleaños de la ciudad.
Celebrar con versos la alegre florescencia, fue una obra de la memoria en el mes del Patrimonio Cultural, lo hicieron posible varias personas como Andrea Saavedra de Ala De Colibrí, una librería que la encontramos en la esquina más linda del barrio Cádiz, donde con su aleteo literario llama cada día más visitantes y lectores; de los profesores promotores de lectura y escritura del área de literaria del Centro Cultural de la Universidad del Tolima, Omar González, Ancizar Castaño y Daniel Padilla, que atendieron el clamor de quienes iniciamos esta gesta literaria, con el pintor Edgar Varón, la defensora de Derechos Humanos Venus Quiroga, el empresario Juan de la Cruz Perdomo, el abogado Jesús Alberto Cortés y otras personas de Corcultura y Amistad y mucho más; interrumpida por la pandemia y por el enclenque presupuesto estatal.
En la tarde del pasado miércoles 25 de septiembre, al lado de los samanes, bajo la sombra de la ceiba gigante del parque de Bolívar, leyeron sus textos las jóvenes Leidy Natalia Delgado, Aura María Góngora, Lina Marcela Higinio, apasionadas por la literatura, nos sedujeron con versos que demuestran su oficio profesional de pedagogía y escritura creativa donde exploran diversos géneros literarios.
- Lea también: El arte de novelar
Alfonso Durán Rincón, docente universitario y animador de lectura sacó un “Fantasma” que movió a la selecta audiencia, Alex Duván Cardozo compartió sus versos “¿Quién dominará la tierra cuando poetas se hayan ido?” y Jhonier Alberto Agudelo leyó su “ Eterno viajero” de poesía mística. Se identifica en todos ellos, su interés por la lectura y el positivo aporte de los talleres literarios existentes en la ciudad, una oferta académica que en un proceso recurrente brinda novedosas formas estéticas al oficio de escribir y la necesaria tarea de promover el hábito de la lectura.
Jairo Orlando Polanco Bolaños director de la revista Imágenes II y autor de “Un día para mi vida” hizo su ofrenda luminosa a esta jornada de lectura y Ebroul Triana Barrios, abrió su más reciente libro de poemas “El habitante del muro” para recordar la bondad de estos encuentros literarios que la comunidad cultural reclama.
Cerramos esta animada tarde con los versos del escritor Álvaro Mutis, quien vivió en una finca de Coello Cocora, y que describe el paisaje singular de nuestra tierra con estos hermosos versos de su Nocturno número 3 : “ … ha regresado la lluvia sobre los cafetales/y entre el vocerío vegetal de las aguas/me llega la intacta materia de otros días/salvada del ajeno trabajo de los años”.
(CO) 313 381 6244
(CO) 311 228 8185
(CO) 313 829 8771