Por Fernando Moreno

*Administrador de Empresas de la U. del Tolima

Viendo la realidad, un genocidio no se detiene porque el genocidio ya se perpetró. Se pueden parar la hambruna y las bombas, pero al final el genocidio tiene culpables y en consecuencia Trump se quedó sin el Premio Nobel de la Paz, porque como dice el politólogo español Juan Carlos Monedero, ya no se pueden parar los muertos para matarlos nuevamente; solo Pablo Escobar lo hacía realidad en su imaginación cuando le enviaba un mensaje a sus enemigos "le desentierro a su abuelita y se la vuelvo a enterrar".

Pero el Nobel de la Paz concedido a la señora Corina Machado es un asunto eminentemente político, pues desconoce la petición que ella hizo para invadir a Venezuela y el bloqueo en entregar las vacunas en tiempos de pandemia, lo que quieren  es alborotar los ánimos del pueblo venezolano para perpetrar un golpe de Estado. Así como los canallas de la unión europea ponen el ojo en Rusia, y los EEUU los misiles.

El escritor Thomás Savage, quien escribió el poder del perro, en una de sus columnas más recientes sobre Trump, dice que está cansado, se queda dormido, tiene lagunas mentales, ordena la deportación de inmigrantes puertorriqueños y se le olvidó que pertenecen a la Unión Americana, los líderes mundiales se burlan de él; Trump es un ignorante. Lo mismo le pasa a Uribe, está cansado, preocupado, nadie le cree, solo los incautos, lo insultan en las plazas donde acude, se le olvidan los asesinatos y por ello un juzgado de Medellín citó a los hermanos Uribe para responder por la muerte de los abogados Jesús María Valle y Eduardo Umaña Menodaz; juntos asesinados.

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El profesor Jeffrey Sachs afirma que Venezuela va a ser la verdadera piedra en el zapato porque marcará el declive de la hegemonía gringa. Hubo intentos en tumbar a Chávez y no pudieron y ahora intentan con Maduro; no hará falta el fanático de derecha que dirá que ahora sí va a salir Maduro del poder. Esto nos da a entender como lo afirma Monedero, que aún que lo viejo no termina de marcharse, ya no sirve. Así le pasa a Uribe y su obsesión en seguir dominando a Colombia.

No sirven los bloqueos, ni los estrangulamientos económicos, ni ataques cibernéticos, ni intentos de magnicidios ni mercenarios.  Venezuela, el país más rico de América Latina, bloqueado por los EEUU, en Colombia no sirvió Pegasus, ni la motosierra, ni la gobernanza paramilitar, ni Barbosa, ni los medios hegemónicos de desinformación. Venezuela encontró un nuevo rumbo económico, nuevos aliados militares "Rusia, China, Irán, India", nuevas líneas financieras de crédito como las establecidas por Petro para Colombia en la banca de los BRICS.

En América Latina la dignidad se volvió costumbre y por ello se rebelaron a los EEUU, Claudia Sheinbaum de México, Lula de Brasil, Petro, Boric, Ximena Castro y lo último fue la tumbada de la presidenta que dio el golpe de Estado en el Perú; la mayoría de países ya no obedecen las órdenes de los EEUU, por ello la venida de los senadores republicanos al entierro de Miguel Uribe, pasó sin pena ni gloria; ni la desertificación nos asustó.

Y si miramos la revolución latinoamericana, podemos ver qué los latinos ilegales se rebelaron en contra de la policía de inmigración porque cuando llegan a deportar latinos los reciben a palo y piedras, la violencia en el Capitolio para dar un golpe de Estado a Biden por parte de los supremacistas blancos en favor de Trump, el asesinato de un influencer extremista a manos de otro extremista; todo lo anterior registrado en imágenes que significan una guerra civil.

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Hay registros de la devastación en Gaza, del bombardeo a las plantas nucleares en Irán, los misiles disparados a las lanchas en las costas de Venezuela para matar jóvenes venezolanos y colombianos, muerte y destrucción en Ucrania; todas las imágenes de guerra lideradas por Trump. Dos intentos de asesinato a Trump donde en uno casi le quitan una oreja, significa el odio que le tienen al Presidente de los EEUU. Son registros como imágenes de guerra.

Pero el apetito voraz de ese capitalismo salvaje solo se puede apreciar cuando el petróleo que se encuentra en las profundidades de la tierra y que tardó millones de años en formarse, se está consumiendo en tan solo 200 años, genera una respuesta brutal del planeta, pues quebrar en menos de dos años el equilibrio en que se movía el mundo puede tener consecuencias inesperadas; tal y como lo dijo el presidente Petro para llegar al punto de no retorno en tan solo 10 años. Pero si se quiere salvar al planeta, hay tres posibles escenarios del teatro global.

El primero está en curso y es la guerra civil en los EEUU, la segunda es el colapso de la economía interna de los EEUU y la tercera es la muerte por un accidente cerebrovascular o por un asesinato que se haga ver como un accidente. Parar al presidente es parar al Estado profundo hazaro judío que se quiere llevar por delante la vida en el planeta.