Por Ricardo Oviedo Arévalo
*Sociólogo, historiador y docente

Fue en Estados Unidos, en el año 1936, cuando Literary  Digest, más conocida en Colombia por ser el grupo editor de la histórica Revista Selecciones, le envía a sus más de dos millones de suscriptores una serie de preguntas sobre sus preferencias electorales y pudo identificar la tendencia de que su mayoría de lectores se inclinaban mayoritariamente por el partido Republicano, que por el candidato demócrata Franklin D. Roosevelt (1933-1945), lo que hizo que su campaña rediseñara sus  mensajes, logrando su reelección dos veces más.

Años después George Gallup (1901-1984), periodista y estadístico, fundara el Instituto de Opinión Pública estadounidense, en 1935, cuya misión principal fue auscultar las preferencias políticas de la naciente sociedad civil norteamericana y desde un principio rival de los sondeos de opinión realizados por la revista Digest, demostrando que con el uso correcto de la estadística e identificando una población objeto reducida, se podría tener los mismos resultados de su competidor con menos gastos y con más respaldo científico.

En el caso colombiano, su aplicación empezó licar con la creación de INVAMER. GALLUP (1985), YanHaas (1992), DATEXCO (1996), CIFRAS Y CONCEPTOS (2007) y la de GUARUMO SAS (2021), dirigida por el tolimense nacido en Purificación, Carlos Ariel Sánchez, y quien realizó, junto a Ecoanalítica, entre el primero al cinco de julio pasado, una encuesta sobre posibles candidatos a la presidencia de la República 2026 y cuyos polémicos resultados son la radiografía más reciente sobre la preferencia de la opinión pública sobre este tema electoral y que pone los pelos de punta a los 75 candidatos y sus respectivas campañas, pero además, demuestra que la llamada polarización política de la sociedad es débil, lo que se puede analizar es un gran esfuerzo individual  y una flaqueza estructural de los partidos políticos, convertidos en microempresas electorales con intenciones egoístas e individualista, que incluso la oposición radical de derecha (entre otros, Centro Democrático y Cambio Radical) contra el actual gobierno no se ponen de acuerdo sobre quién  va a liderar sus propuestas en el próximo cuatrienio, en esa dispersión se  parecen más a la  desprestigiada oposición al régimen de maduro en Venezuela, que tanto odian, que a la rígida disciplina del presidente “libertario”, Milei de Argentina.

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En dicha encuesta, puntea en primer lugar, el convaleciente Miguel Uribe Turbay (13.7%), que gracias a la solidaridad ciudadana, puntea frente a los otros candidatos de su partido, por decencia, éstos, era que renunciaran a sus mezquinos intereses y rodearan a su candidato agredido por la intolerancia, como han hecho miles de colombianos libres, pero no, prefieren seguir inamovibles en la penosa cola electoral, esperando pacientemente un posible y fatídico golpe de “suerte”.

En el segundo lugar, están las fuerzas de izquierda que rodean al oficialista, Pacto Histórico, que encabeza el escritor Gustavo Bolívar (10.5%), que ha permanecido meses en los primeros lugares de la parrilla, aunque se nota un decrecimiento por el auge del ex alcalde de Medellín y duro combatiente en el corazón del uribismo, Daniel Quintero (8.1%), pero cuando preguntan por las preferencias internas de un candidato que represente al oficialismo en las próximas elecciones, están ascendiendo con mucha fuerza, Quintero (20%) e Iván Cepeda (10.7%), ambos contradictores fuertes del CD, haciendo tambalear la escogencia de Bolívar (29.2%), como el candidato de este sector.

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En tercer lugar, tenemos el llamado centro, que según Guarumo,  va liderando  Vicky Dávila, (11.5%), aunque su discurso no se diferencia del uribista pura sangre, el auge de la periodista, desangra a los candidatos del CD, que no crecen y están “amorcillados” peligrosamente en la cola. Lo mismo pasa con el eterno candidato, Sergio Fajardo (8.75) acompañado por el ibaguereño ex senador Jorge Robledo, ambos destacados y cultos intelectuales, que prefirieron aliarse con los partidos del cielo, encabezados por la neo pentecostal y poderosa familia Piraquive, contradiciendo por primera vez el principio maoísta, “la religión es el opio del pueblo”, pero eso sí, en su periplo celestial,  le cerraron  las puertas del paraíso a la ex alcaldesa Claudia López (5.3%), acusándola de haber vestidos altares con el “demoniaco” presidente Petro. Pero en esta encuesta, se puede inferir que les faltan más diezmos y recorrer por todo el país, las decenas de templos de la iglesia de Dios Ministerial de Cristo Internacional, en compañía de la pastora María Luisa Piraquive, para que se haga el milagrito.

Aunque no es candidato, el ex presidente Álvaro Uribe, es un jugador clave y en primera línea en esta contienda electoral, todo el país está en la expectativa  sobre el veredicto de la justicia el día 28 de julio, donde la decisión de la jueza tolimense, Sandra Liliana Heredia,  quien inició su carrera judicial en el Tolima, puede patear el tablero electoral y reconfigurar la preferencia política de los colombianos, para bien o para mal. Eso lo sabremos en la próxima encuesta.