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¿El regreso de ‘El Niño’ y el Tolima, listo?

¿El regreso de ‘El Niño’ y el Tolima, listo?

Por: José Darío Prieto Sierra
*Ingeniero Ambiental


Desde inicio del presente año, el IDEAM en apoyo de la información recolectada con la Organización Meteorológica Mundial-OMM y el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño-CIIFEN, entre otras entidades científicas internacionales, han pronosticado y alertado sobre la inminente presencia de aguas superficiales relativamente más cálidas de lo normal en el Océano Pacífico Tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia.

Este calentamiento de la superficie del océano cubre grandes extensiones y por su magnitud, afecta el clima en diferentes regiones del planeta, entre ellas, el norte de Suramérica, donde está situado el territorio colombiano.

Los cálculos y predicciones climáticas registran una probabilidad de un 80% de ocurrencia de este episodio de variabilidad climática a partir del mes de junio con proceso de maduración en los siguientes 5 meses del año, hasta aproximadamente el mes de noviembre con disminución significativa de las precipitaciones, así como el aumento importante de la temperatura del aire especialmente en sectores de las regiones Caribe, Andina y Pacífica.

Cabe destacar, que la alteración del régimen de lluvias por la ocurrencia de estos fenómenos no sigue un patrón común; por el contrario, es diferencial a lo largo y ancho del territorio nacional (continental e insular).

Recordemos que la Cordillera Central, en especial la cuenca del Río Magdalena (Cauca, Huila, Tolima y departamentos del Eje Cafetero) han sido uno de los territorios más afectados por eventos de esta índole, tal como ocurrió en el año 2015 en el Tolima, cuando presenciamos incendios por doquier y más de 20.067 hectáreas de producción agrícola afectadas seriamente y 18 municipios con desabastecimiento de agua, según reportes históricos del IDEAM y el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, solo para referenciar la complejidad climática que se presentará.

Por lo anterior, el Gobierno Nacional convocó desde el 11 de mayo el Consejo Nacional del Agua-CNA, liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible-MADS y la Secretaria Técnica del Departamento Nacional de Planeación-DNP, para estructurar un plan de contingencia con el fin de mitigar los efectos del evento de variabilidad climática que se recrudecerá en todo el territorio nacional, haciendo un llamado a los Departamentos, Municipios, Autoridades Ambientales y demás actores empresariales y agropecuarios, a adelantar actividades de aprestamiento y prevención de eventos catastróficos que afecten especialmente a pobladores (seres humanos) y sistemas productivos que pongan en riesgo la seguridad alimentaria e hídrica en las zonas de influencia.  

Para nuestro caso, tengo la expectativa por las medidas que dispongan las diferentes autoridades en el Tolima, a fin de “atender” los efectos que ya conocemos pueden ocurrir en nuestro Departamento tales como, la reducción de los niveles del espejo de agua del embalse de Prado; la prevención de los incendios en los cerros de Carmen de Apicalá, Cunday, Melgar y Nariño (Cund) en el sector del Río Sumapaz aledaños a la base Militar de Tolemaida, o los cerros de Gualanday para enumerar algunos.

Esperamos que los alcaldes municipales adelanten actividades para proteger las bocatomas de sus sistemas de acueductos, en especial de los comunitarios o veredales, así como la protección de las áreas de recarga de los acuíferos (pozos) en el sur y norte del Tolima. Que policivamente se ejecuten actividades con los gremios de arroceros, maiceros y sorgueros, para que se abstengan de adelantar las famosas “quemas controladas” de los tameros que periódicamente realizan para preparar los predios para las próximas siembras.

Por parte de la Autoridad Ambiental y la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, la convocatoria inmediata de los 47 Consejos Municipales de Gestión del Riesgo para hacer efectivas la aplicación y ejecución de las medidas  urgentes que deben estar incluidas en sus respectivos planes y líneas de acción, en los cuales mínimo, deben estar vigentes los convenios con los cuerpos de bomberos voluntarios y los oficiales debidamente dotados para atender conatos de incendios y distribución de agua potable si ello se requiere.

También debidamente aprestadas y capacitadas las organizaciones comunitarias y juntas de acción comunal para enfrentar con sus propias capacidades los diferentes eventos que se presenten en sus áreas de importancia ecológica, tales como páramos, bosques abastecedores de agua, fauna y flora. Con los ganaderos, adelantar la ubicación de silos y preparación de bancos de proteínas, reservorios de agua y adecuar los bebederos.

Como se observa, son muchas las tareas que debemos adelantar para enfrentar el regreso de “El Niño” y de los que más esperamos resultados, es de nuestros dirigentes que ojalá, la temporada electoral que se aproxima, no los distraiga en otros menesteres y luego caigamos en la cuenta “Que se les advirtió”.    

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