Al analizar los sectores que en Ibagué se han visto más afectados por la pandemia y el gran impacto económico y laboral que esto ha desatado, me llevó a pensar como los vendedores ambulantes han sido perpetuados por esta afectación, si analiza uno en la antigua normalidad ya se veían afectados por razones de espacio público, rechazo, y por las continuas quejas que presenta el comercio formal frente a estos.

Si bien el ambulantaje puede representar un conflicto social, pero, como un conflicto nace de las diferencias, se puede reconocer como una contraposición de necesidades y de intereses. Cambia de acuerdo con las dinámicas sociales, económicas, culturales y políticas, pues cada uno expresa el conflicto de forma diferente.

Así es posible reconocer el conflicto como una relación social, al igual que un elemento que vincula, donde las partes actúan conforme a la referencia del otro para sus acciones y respuestas.

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Pero ahora el conflicto no es la participación y gran presencia de este sector informal de ventas, sino lo que ha pasado con ellos, y lo que pasará, con dificultad todos hemos tenido que reinventar la forma de generar ingresos y de poder dentro de la “nueva normalidad” tener lo necesario (comida, techo, salud) las mismas necesidades básicas de siempre, solo que ahora prevalecen ante los demás gastos y requerimientos.

Resulta difícil esto en una ciudad como Ibagué donde antes de la pandemia se presentaban altas tasas de desempleo, informalidad y falta de oportunidades hacia diferentes sectores, en la cual el ambulantaje y comercio informal eran una forma de empleo y representación económica para muchas familias ibaguereñas.

Estando así en la actualidad  es cómo podemos llegara notarque ese conflicto que representaban los vendedores ambulantes será un camino de mayor impacto en la fase de reactivación económica y social, proceso el cual debe ser apoyado a finde acordar soluciones de formalismo, ubicación, competencia legal, entre otras, para lograr justamente que una de las mayores actividades en una ciudad con tanto desempleo sea una alternativa y no un “conflicto”.